Simon
El árbitro pita el silbato, dando final al partido de fútbol del día de hoy. Todos los de mi equipo nos reunimos en el centro de la cancha a celebrar la victoria.
—Lo has hecho muy bien Simon — Dice en entrenador.
— Gracias señor Robert, pero creo que todo esto fue gracias a todo el equipo — respondo.
— Si y por eso los felicito a todos, pero en especial a ti. Porque sin ese último gol hubiéramos empatado y tendríamos que ir a penales y es más arriesgado — habla el entrenador mientras que la multitud de aficionados de nuestro equipo hacen un alboroto en las gradas.
Mis compañeros saltan encima de mi gritando, felices por la victoria.
— Te vimos muy feliz corriendo hacia las cámaras cuando hiciste el gol Simon. ¿A quién se lo dedicaste? — pregunta Santiago.
La verdad es que solo se la había dedicado a mi madre y a Arlet, que espero que me haya visto en televisión.
— Necesito una ducha — digo mientras caminamos hacia los vestidores.
Camino junto a Sebastián y Santiago. Marcos no es un apasionado por el fútbol, así que nos espera en la entrada de los vestidores. Santiago y Sebastián toman su camino directo a sus casilleros.
Llego al mío y dejo mi ropa sucia adentro, saco la ropa limpia y la dejo en la pequeña banca que hay entre los casilleros. Busco entre mis cosas: la loción, mi desodorante y el jabón. Los meto en la pequeña taza que nos dio el entrenador para meter los objetos del aseo personal. Luego, busco mi teléfono y lo reviso. No hay ningún mensaje. Desactivo los datos para no malgastarlos y vuelvo a dejar el teléfono en el casillero.
Tomo la toalla que está perfectamente doblada dentro del casillero, tomo las cosas que había dejado en la banca, me quito toda mi ropa sudada quedando completamente desnudo. Camino hacia las duchas donde están varios de mis compañeros también completamente desnudos. No nos causa vergüenza vernos todos desnudos ya que hemos formado una hermandad, una pequeña familia entre nosotros. Nos queremos como hermanos. Uso la ducha número 12, luego de que Luis ha terminado de ducharse.
Luego de pasar 10 minutos en la ducha, salgo por la toalla. Me envuelvo después de secarme todo el cuerpo y camino hacia mi casillero. Antes de llegar, escucho el timbre de llamada de mi celular.
Acelero el paso, abro el casillero lo más rápido que puedo y visualizo una llamada proveniente de la aplicación de Instagram, pero no alcanzo a contestar cuando la llamada ya ha finalizado. Veo la notificación y la llamada corresponde a la cuenta de Abril.No recuerdo haber conocido a alguna abril, no recuerdo ni siquiera haberme topado con una mujer de ese nombre cuando salía a las discotecas con los chicos del equipo. No me interesa quien sea ella, así que decido borrar su chat. Pero… la curiosidad me gana, me causa curiosidad lo que dice el mensaje. Espero llevarme una sorpresa.
«Cuando veas este mensaje, llámame» — Es lo primero que leo y me llega a la cabeza la idea de que tal vez sea una de esas aventuras que tuve en la discoteca y que debido al alcohol no la recuerde. Por este mensaje, lo que me quiera decir debe de ser algo importante. Espero que no sea la noticia de que seré papá, porque ahí si que será una sorpresa.
Leo el primer mensaje que había ignorado por completo — «Hey Simon. Soy Abril, la mejor amiga de Arlet» — ¡Arlet! ¿Qué habrá pasado con ella? ¿Será que vio el gol que le dediqué? ¿Será que Abril querrá que hable con Arlet? No lo sé, pero quiero enterarme que es lo que pasa por la cabeza de Arlet en este momento. Quizás si le haya gustado el gol que le dediqué y ahora quiera hablar conmigo, si es así, le diré que sea mi novia. Sin miedo.
Llamo a la misma cuenta que me había llamado, a la cuenta de Abril quien contesta al tercer timbre.
— «¿Hola?»
— Hola Abril, te llamé en cuanto vi el mensaje. ¿Pasa algo? ¿Estás bien?
— «Si, yo estoy bien. De hecho, no te llamo para hablar sobre mi»
— ¿Entonces de quien quieres hablar? — digo nerviosos por saber si quiero hablar de Arlet.
— «Es sobre Arlet» — Dice, aunque por el tono de voz triste y preocupado en que me lo dice, deduzco que no son buenas noticias.
— ¿Qué pasa con ella? — pregunto.
— «Ella… Ella está en problema» — Explica a ella sollozando — «Está secuestrada»
El pavor me invade haciéndome caer la toalla y quedándome desnudo delante de todos. Oigo unos pasos hacia mí, una mano golpea mi trasero fuertemente.
— Que buen culo te cargas Simon — juguetea un rato Sebastián con mi trasero.
— ¡Déjame! — digo recogiendo la toalla del suelo — Arlet está en problemas.
Su semblante cambió de risa y alegría a preocupación.
Tomo la ropa y me cambio lo más rápido que puedo.
— «Simon ¿Sigues ahí?» — la voz de Abril llama mi atención. Había olvidado que aún estaba en la llamada con ella.
— Si, sigo aquí — respondo —. ¿Puedes decirme que fue lo que pasó?
— «Si, pero necesito que tomes un vuelo junto con Sebastián y Marcos ya mismo. No hay tiempo que perder. Aquí les digo como» — dice ella —. «Por cierto ¿Sabes algo de Sebastián y Marcos?»
— Si, justo estoy aquí con Sebastián. Marcos nos está esperando a fuera.
— «Muy bien, me ahorrarás el tiempo de escribirles un mensaje.» — dice y termina la llamada.
Estoy preocupado por lo que haya pasado con Arlet. ¿Estará bien? ¿Está pasando hambre?
—Sebastián, vamos. Necesitamos comprar un boleto de avión.
— ¿A dónde iremos? — pregunta él.
— A salvar a Arlet.
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Arlet - (En Edición)
Novela JuvenilArlet y Simon, un par de amigos con sentimientos encontrados, sentimientos que los llevarán a tener más que una amistad, pero que a la vez hará una gran separación en sus vidas. El tiempo es el encargado de unirlos, pero será demasiado tarde. Lyam...