«Las personas tienen que curarse a sí mismas»
Ross
—Hola. Bueno... ¿cómo te sientes? ¿Estás bien? ¿Has llegado bien?
Me corté a mí mismo otra vez y pausé la nota de voz para después borrarla. Ya era la cuarta vez que lo intentaba y no daba resultado.
—Joder —murmuré en voz baja.
Dejé el móvil en la mesa y en seguida me di cuenta de que había algo más allí. Una nota. Temblé un poco al cogerla entre los dedos, suspiré y me creí fuerte para leerla. Sin embargo, me derrumbé al leer las primeras palabras escritas con una caligrafía cuidada que supe que era la de Alynne.
«Para Ross,
mi pianista rarito, cursi y perfecto.»Joder. ¿Por qué no podía simplemente olvidarla? Supongo que era la misma razón por la que tampoco había podido olvidar a Vivian. Me costaba mucho desligarme definitivamente de las personas que en algún momento de mi vida habían sido especiales.
Inspiré aire y abrí la nota.
«Sé en lo que estarás pensando en este momento y también sé que es probable que me odies después de esto, pero tengo que explicártelo. No he sido lo suficientemente fuerte como para poder mirarte a la cara y decirte que me iba. Doy por hecho que ahora estás en casa leyendo esto, así que te pido una sola cosa, Ross. No te culpes. No quiero que lo hagas. La única culpable de esto soy yo, pero te prometo que, cuando esté bien, podremos volver a ser lo que éramos. Hasta entonces quiero que te cuides, que sanes, y que te perdones a ti mismo.
Confío en ti para eso, Ross. Te quiero, y siempre lo haré. Lo siento mucho.»
Ni siquiera sabía cómo sentirme al respecto. Lo único que sabía con certeza era que estaba... vacío. Que estaba comenzando a experimentar una especie de caída sin fin, oscura y extensa, y que no parecía tener arreglo. Que aunque ella me hubiera dicho que no tenía que sentirme culpable, lo hacía y no iba a ser fácil hacerme cambiar de opinión sobre ello. Que al final siempre que las cosas en mi vida comenzaban a tener sentido, se jodían. O que yo las jodía.
Y la otra cosa que sabía era que tenía que dejar de culparme. No podía seguir por ese camino. Debía encontrar otro modo de solventar las cosas. Por ello volví a llamar a Alynne.
Ella no contestó. Dejé de intentarlo. Me tumbé en la cama poniéndome una canción aleatoria en los auriculares y sonreí un poco al oír los primeros acordes de una guitarra, aunque no pude evitar sentirme entristecido al analizar parte de la letra.
It's you.
It's always you.
If I'm ever gonna fall in love,
I know It's gonna be you.
Cada puta canción me recordaba a ella.
Me quité los auriculares y me dispuse a dibujar un poco. Tomé la libreta con una mano y el lápiz con otra y empecé a hacer trazos varios que iban tomando forma. Sin embargo, al darme cuenta, el trazo se convirtió en la figura de un cuerpo femenino... parecido al que hice el día en que hablé con Alynne por primera vez.
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Our Love Song © ✓
Teen Fiction«¿Te das cuenta? Estamos creando nuestra propia canción de amor metafórica.» Alynne se siente destrozada y perdida tras el accidente que se cobró la vida de su hermana. Cree que es culpa suya aunque sus amigos y familia le digan que no es así y no s...