—¿Siendo duro? Solo te estaba diciendo las cosas como son. Si no eres lo suficiente madura como para soportarlo…
—¡No! ¡No soy lo suficientemente madura! —chillé. Ahora sí que estaba furiosa—. Tengo 17 años, joder, y estoy harta de repetirlo una y otra vez. ¡Esto ha sido un impacto de tamaño monumental en mi vida! Has vivido con esta mierda por siempre. Yo no, Justin, y no estoy lista para esto, no estoy lista para asimilarlo maduramente y no me importa lo que los demás esperen de mí. No me importa lo que tú esperes de mí, porque lo único que yo puedo esperar de mí es no romperme en mil pedazos cuando ya no pueda seguir soportándolo. ¿Quieres madurez? Bien, vete a la mierda, vete con tus universitarias.
—Tienes que estar de broma —murmuró Justin con una risa sarcástica. Bien, lo de las universitarias no venía al tema, pero no me importaba, tenía razón. Que se jodiera con su mierda, que yo me jodería con la mía. Estaba en un punto sin retorno en el que ya no me importaba nada, y menos Justin. Me había dicho que estaba enamorado de mí, bien por él, pero de nuevo me estaba entrando la incertidumbre respecto a eso. ¿Qué pasaba si todo esto lo estaba diciendo para que yo fuera más fácil de tratar y manejar? Quién sabía.
¿Y respecto a mí? No lo sabía, con tanta locura en mi vida era difícil apartar mis sentimientos por Justin de ese hoyo negro de emociones y analizar si estaba enamorada de él o no. Me gustaba, sí, ¿pero enamorada? No lo sabía, ¿no se suponía que era fácil saberlo? ¿Y por qué luego de meses aún no lo sabía? ¿Cuánto toma enamorarse de alguien, de todos modos?
¿Y cuánto tiempo tiene que pasar antes de que dos personas tan diferentes como nosotros terminemos en un desastre?
—Solo para que te des cuenta lo poco madura que soy en realidad— murmuré, sin mirarlo. Me distraje con el panorama fuera de la camioneta. Estábamos en una carretera poco concurrida llena de bosques frondosos al costado, que de a veces se cortaban para dejar paso a algunas cuantas cabañas rurales.
—________, por favor no hagas esto ahora.
—Déjame, Justin. Haré todo el berrinche que yo quiera. ¿Por qué no te vas a sentar con tu hermano? ¿O le dices a tu hermano que venga a sentarse conmigo y tú te pones a manejar? Porque a esta altura cualquier de las dos sirve.
—__________.
—Y detente con el “________” todo el tiempo, me tienes harta.
—Bien, eres intratable. Felicitaciones.
—Como te dije, siempre hay universitarias dando vueltas por ahí.
—Quizás tome en cuenta ese consejo —gruñó.
Mierda. Eso dolió.
—Bien, fue suficiente. ¡Luke detén la camioneta!
El vidrio polarizado se bajó y Luke me miró con la ceja arqueada por el espejo retrovisor.
—¿Por qué estás gritando?
—Detén la camioneta —ordené.
—¿Qué cosa?
—________ basta —me reprendió Justin.
—¡Que detengas la jodida camioneta!
Mirándome medio asustado, Luke me hizo caso y detuvo la camioneta en seco a un lado de la carretera.
—________ qué demonios haces.
—Solo voy a cambiarme de lugar —gruñí bajándome. Di un gran portazo y luego me subí al asiento del copiloto, donde Luke me miraba a mí y a Justin alternativamente sin entender nada.
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Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)
FanfictionJustin Bieber solo parece el típico chico malo del que ninguna secundaria de los Estados Unidos puede prescindir. _________ Grey no es de las chicas que son lo suficientemente listas para resaltar, pero sí de las que son lo suficientemente tontas co...