—¿Qué habitación desea reservar? —preguntó el recepcionista con tono aburrido y sin mirarnos.
—Dos habitaciones, por favor —le respondió Justin.
—Muy bien —el señor garabateó algo en una especie de libro antiguo y luego se lo pasó a Justin—. Ponga su nombre y su firma aquí, y el nombre del resto de los inquilinos abajo.
Inquilinos, ¿quién demonios decía inquilinos? ¿Y quién seguía usando libros en vez de computadoras?
Garabateando rápidamente un nombre que lucía algo así como Andrew Mayers, Justin nos reservó nuestras habitaciones y pagó posteriormente una suma de dinero que no alcancé a ver. Este motel en específico era agradable… bueno, para estar en medio de la nada, incluso si el recepcionista era un señor medio espeluznante con un vocabulario extremadamente a lo vieja escuela y que ocupaba libros en vez de computadoras.
Un chico de aproximadamente quince años hizo de botones. Llevó el equipaje de Luke a la habitación 115 y el nuestro a la 116. Justin le dio una propina tan generosa que hizo que sus ojos se abrieran como platos y mirara a Justin como si acabara de obsequiarle el boleto ganador de la lotería, y luego se fue medio saltando a través del pasillo.
—Partiremos mañana a primera hora, así que descansen bien y no se queden haciendo cosas de adultos.
—Oh Dios —murmuré, sonrojándome en una nueva tonalidad de rojo.
—Luke —Justin solo suspiró, ya ni siquiera enojándose por el comentario.
—Lo digo en serio —Luke me guiñó un ojo—. Buenas noches, chicos, tengan dulces sueños.
—¿Buenas noches? Apenas atardeció —murmuró Justin
—Lo que sea —Luke hizo un gesto con la mano para restarle importancia.
Y con eso se metió a su habitación dando un portazo estruendoso.
Sin saber muy bien qué decir ahora, simplemente entré en silencio a la habitación.
—Mmm… bastante agradable para ser un hotel en medio de un bosque —murmuré al prender la luz. Había una cama matrimonial pulcramente hecha, un sofá a juego y cortinas blancas con diseño floreado. La habitación estaba inmaculadamente limpia e incluso parecía bastante agradable para dormir en ella.
—Lo es —murmuró Justin distraído mientras rebuscaba algo en su equipaje.
—Bien, la verdad es que estoy rendida —gemí, quitando mi pijama de mi bolso—. Y me estoy comenzando a quedar sin cambios de ropa.
—En cuanto aparezca algo podemos pasar a comprar mañana.
—Suena bien, compras en medio de este desastre. Me relajará.
—Oh Dios, ¿así que eres de esas chicas que se relaja yendo de compras? —gimió Justin.
—¿Cuál es tu problema con eso? —arqueé una ceja hacia él.
—¿Quién demonios se relaja comprando?
—Bien, la verdad es que odio ir de compras, pero en este momento cualquier distracción es bienvenida.
—Espero que encontremos algo decente mañana.
—Dios, qué desastre, tengo que ducharme —suspiré, tomando mi ropa y trasladándola hacia el baño.
—No tienes que hacerlo. Dúchate mañana.
—No gracias, no me duché esta mañana y solo terminaré sintiéndome pegajosa toda la noche.
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Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)
FanfictionJustin Bieber solo parece el típico chico malo del que ninguna secundaria de los Estados Unidos puede prescindir. _________ Grey no es de las chicas que son lo suficientemente listas para resaltar, pero sí de las que son lo suficientemente tontas co...