La sonrisa de Justin se extendió y bajo de la motocicleta también, siguiéndome por el camino a la entrada de mi casa. Hice otra fiesta mental de cinco segundos en el tiempo que me tomó abrir la puerta. Definitivamente no sabía qué era lo que hacía Justin trayéndome a casa y salvándome en carreteras desiertas. Al menos hasta hoy, no había escuchado a ninguna chica de la escuela presumiendo sobre ser llevadas en su motocicleta (y sí que les gustaba presumir). Su política realmente era solo chicas universitarias, lo cual seguía siendo extraño, pero no me iba a poner a pensar a fondo en esto. Además, él podía gustarme y todo, pero no iba a caer rendida a sus pies (al menos no iba a admitir que estaba rendida a sus pies), porque incluso si yo le gustaba a Justin, por muy improbable que pareciera, no estaba lista para lo que probablemente sería sexo rápido de una noche. Ni siquiera había tenido mi primer novio aún.
Yo ni siquiera había besado a un chico alguna vez, y a los diecisiete años eso era bastante patético.
—Una copa de vino como agradecimiento por tus servicios de chofer —le sonreí mientras le entregaba la copa de vino.
—Ser llamado chofer como que me ofende un poco —arqueó una de sus cejas, viéndose tan dolorosamente sexy que cientos de mariposas hicieron una fiesta en mi estómago.
—¿Alguna preferencia al respecto? —intenté igualar su ceja arqueada, pero probablemente parecía más un puchero que un gesto de indiferencia.
—No, no en realidad, solo agradéceme por el aventón —dijo, dándole un sorbo su copa de vino, sin despegar sus ojos de los míos. Dos sorbos después, alejó la copa y se relamió el resto de vino de los labios con la lengua.
Creo que algo hizo corto circuito en mi cerebro.
—Eres muy buena para quedarte mirando fijamente, ¿te gusta lo que ves? —sus labios se curvaron en una sonrisa burlona y yo me giré, rápidamente mirando a otra parte para ocultar mi sonrojo.
—No sé de qué estás hablando —mentí.
—¿Recuerdas que me dijiste que eras una horrible mentirosa? Bueno, _________, realmente lo eres —incluso sin ver su sonrisa socarrona, podía escuchar perfectamente la burla en su voz.
Me sonrojé más, si es que eso era posible.
—Eres muy molesto —suspiré, rindiéndome enseguida. Sí, era una horrible mentirosa, y era como siempre, la peor maldición.
—Me lo han dicho un par de veces.
—¿Por qué no me sorprende? —gruñí.
—Eres una cosita pequeña lista para sacar las garras, ¿no? —se rio.
—¿Cosita pequeña lista para sacar las garras? —mi voz subió una octava—. Eso no es lindo.
—Pero si eres una cosita pequeña —me miró sonriendo. Que él fuera como treinta centímetros más alto no le daba derecho a burlarse—. Y definitivamente tienes garras.
—¿Habitúas burlarte de toda la gente o es una práctica que llevas a cabo solo conmigo? —fruncí el ceño.
—Tengo que admitir que solo contigo. Ya sabes, las mejillas sonrojadas, las miradas furtivas que me das y lo mucho que te encanta abrazarte a mí cuando vamos en mi motocicleta… es imposible no burlarme de ti por eso.
—Ya basta, Justin —gruñí. Ahora mi nivel de vergüenza estaba en su tope máximo.
—Aunque debo admitir que en realidad no tengo ningún problema con ello.
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Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)
FanfictionJustin Bieber solo parece el típico chico malo del que ninguna secundaria de los Estados Unidos puede prescindir. _________ Grey no es de las chicas que son lo suficientemente listas para resaltar, pero sí de las que son lo suficientemente tontas co...