-Joder, Justin, me tienes harta -le di un empujón, que no surtió mucho efecto-. ¿¡Te parece eso lo suficientemente verídico!?
-Tendrás que seguir intentando.
-¡Dios, me desesperas! -otro empujón, esta vez más fuerte. Él no se inmutó, y cuando junté todas mis fuerzas para darle una vez más, sus manos sujetaron mis muñecas y me tiró hasta que estuve un poco como que sobre él, y de repente olvidé por qué lo estaba empujando en primer lugar.
-¿Quieres por favor calmarte? Estás actuando como una niña de diez años.
-¡Toda mi vida se fue al desagüe en cuestión de segundos! ¡Puedo actuar como una niña de diez años todo lo que se me dé la maldita gana!
Entonces me di cuenta de que esta era al parecer mi forma de lidiar con cambios traumáticos. Primero había pasado por la etapa de llanto, luego por la histeria, luego por la de confusión, la de frustración, la de frustración sexual y ahora estaba en la etapa de enojarme y desquitarme a golpes con la primera persona que encuentre al frente mío.
No me estaba comportando para nada como yo misma.
Y no me importaba, solo sabía que tenía ganas de golpear a Justin, y luego lanzarlo sobre la cama y besarlo hasta desmayarme. No necesariamente en ese orden.
Esto... esto era una locura. Creo que podría haber asimilado todo lo demás, pero aún no podía asimilar el hecho de que mis padres estuvieran vivos. De todo, eso era lo que menos sentido tenía y lo único que no alcanzaba a comprender en ningún nivel. Mi cabeza dolía, y mi estómago se revolvía con el pensamiento.
Y de pronto estaba llorando de nuevo.
Y también golpeando, o más bien tratando de golpear a Justin.
-¡Que me sueltes, joder! -chillé, tratando de que dejara en paz mis pobres muñecas solo para poder golpearlo más.
-_________, por favor... cálmate.
-¡No! ¡No quiero calmarme! ¿¡Por qué mierda debería calmarme, Justin!?
-Porque estás actuando como una loca.
-¡Luego de todo lo que ha pasado tengo todo el derecho de volverme loca también! ¡Suéltame, me estás haciendo daño!
Lo último no había sido cierto, pero bastó para que Justin me soltara enseguida sin ni siquiera utilizar sus dotes para adivinar si lo decía en serio o no y yo pudiera arremeter contra él otra vez. Saltó fuera de mi alcance al segundo puñetazo, y cuando me levanté para darle otro, volvió a agarrarme de mis muñecas y en un brusco giro me empujó contra la pared, sujetando mis brazos por sobre mi cabeza. Sus ojos estaban ardiendo en llamas, de enojo y... algo más, pero imaginaba que los míos se encontraban en las mismas condiciones.
Sus labios arremetieron contra los míos de pronto, y el movimiento no sorprendió a ninguno de los dos. Empezamos a besarnos como nunca antes nos habíamos besado, hambrientos el uno del otro. Labios y manos haciendo su camino descontroladamente y no pude evitar pensar que esta era la única forma eficiente de detenerme de volverme loca solo para hacerme volver loca por una razón completamente distinta y mejor.
El único problema era que si se volvía a detener iba a tener que arrancarle esos bonitos ojos suyos.
Mi labio inferior estaba entre sus dientes y sus dedos estaban a punto de llegar a un destino que de verdad quería que llegaran cuando de pronto estos cayeron y amarraron mi cintura, atrayéndome tanto contra él como fue físicamente posible, pero enseguida noté el cambio: separó sus labios de los míos y me miró a los ojos, y me di cuenta de que en esta posición, tan apretada a él, no podía golpearlo de cerca ni alejarme para golpearlo. Mis brazos estaban atrapados entre mi propio cuerpo y su pecho.
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Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)
FanfictionJustin Bieber solo parece el típico chico malo del que ninguna secundaria de los Estados Unidos puede prescindir. _________ Grey no es de las chicas que son lo suficientemente listas para resaltar, pero sí de las que son lo suficientemente tontas co...