Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)

Capítulo 24: Sin Mirar Atrás - Parte 1

—Atención. ¡Base! La operación 76 con el proyecto 127 ha sufrido un ataque de código 204-B

Justin hablaba rápida y furiosamente a través del auricular de su oído mientras escapábamos a toda velocidad en su moto. Todos los hombres que habían venido por mí estaban muertos en mi —ahora antigua— sala de estar. Desangrados y con huesos rotos. No parecía que nadie viniera siguiéndonos pero Justin insistió en que debíamos irnos a como de lugar, porque de donde habían salido esos, no tardarían en salir más.

No sé qué me sorprendió y aturdió más; si ver el cuerpo sin vida de Luke de reojo mientras corríamos a través de la sala hacia la salida, o ver la cruda frialdad con la que Justin me dio claras instrucciones de huida. Fuera cual fuera la respuesta, el saber que Luke estaba muerto hizo que pesadas y ardientes lágrimas corrieran por mis mejillas, más de las que Justin siquiera había pensado en soltar. Quizás si no hubiera sido por él no habría sido capaz de escapar de ese lugar y de mi entumecimiento, y el dolor que sentí cuando vi a mis padres morir y resucitar estaba ahí de nuevo, solo que... Luke no resucitaría milagrosamente. El hermano de Justin, mi amigo también, yacía sin vida en mi sala de estar con un charco de sangre al lado de su cabeza, y sus ojos grises abiertos de par en par, muertos, envistiendo con la mirada a la nada misma.

Y nosotros podríamos correr el mismo destino si no nos apresurábamos.

—Me dirijo a la ubicación de cambio de vehículo —dijo Justin con fuerza para ser escuchado debajo del fuerte viento que chocaba contra nosotros—. Mi base más cercana se encuentra a cuatro kilómetros. Estaremos ahí en aproximadamente tres minutos.

En exactamente tres minutos, estábamos bajando de la moto a toda velocidad. Justin tiraba de mí para que me moviera más rápido, pero mi cuerpo simplemente no lograba responder. A él eso no le importó y siguió tirando.

El lugar en el que nos encontramos parecía un almacén abandonado, con una puerta desprolija y varios graffitis inteligibles pintados encima. No entendí qué hacíamos ahí hasta que Justin colocó la palma de su mano sobre un lugar al azar de la puerta y esta se abrió con un click mientras adentro una computadora decía algo como "Identidad confirmada. Sujeto: Justin Bieber, agente especial encargado de Proyecto 127".

Dentro del garaje había tres autos, pero solo pude identificar el BMW al que Justin me subió en el asiento del copiloto. Hizo partir el auto rápidamente solo con un escaneo digital de su huella dactilar y el motor rugió a la vida, acelerando en cosa de instantes.

En tan solo segundos íbamos a 120 km/h, luego pasamos a doscientos, doscientos treinta, y cuando llegamos a los doscientos cincuenta Justin paró de acelerar y siguió a la misma velocidad, dejando Seattle atrás en un abrir y cerrar de ojos.

El auto iba a tal velocidad que ni siquiera podía distinguir en dónde íbamos, o siquiera qué pasaba por nuestro lado. La poca cantidad de autos que había en la carretera a esas horas de la noche pasaban como un zumbido a mi lado cuando Justin los adelantaba. Ni siquiera alcanzaba a ver su color.

Luego de superar el entumecimiento y susto inicial, finalmente estuve segura de que podía hablar sin trabarme.

—¿Justin...?

—No quiero hablar de ello, _______. Ya tendremos tiempo para eso, ahora debemos encontrar la manera de escapar.

Estuve a punto de decir algo, pero al ver su rostro decidido, decidí no hacerlo.

Pensé en Luke y en todas las bromas que compartía con nosotros, los comentarios sarcásticos y los subidos de tono. Las peleas con Justin, los entrenamientos con Justin, los consejos románticos que me daba para tratar de conquistar a su hermano cada día más. Todo pareció tan lejano durante un momento, y luego una parte de mí simplemente creyó que a donde fuera que llegáramos, Luke estaría ahí para recibirnos con algún comentario que haría que Justin lo golpeara.