Capítulo 9 Parte 1

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Cuando quedaban tan solo dos días para que las vacaciones de navidad terminaran, me di cuenta de que tenía montones y montones de tarea y que ni siquiera había ojeado mis cuadernos, y que se me había olvidado por lo menos la mitad de lo que habíamos pasado en clase. En una situación como ésta Justin sería mi salvación, pero no podía seguir dependiendo de él todo el tiempo, incluso aunque últimamente mis notas habían subido de normal a buenas en tan solo semanas. Era un gran avance para mí, sobre todo porque mi único fuerte era literatura y pasaba rebotando en los demás ramos, sobre todo en matemáticas.

Alcancé apenas a coger mi cuaderno de Historia cuando el timbre de entrada sonó, interrumpiéndome, así que lo dejé rápidamente como si hubiera necesitado una excusa para hacerlo y bajé los escalones de dos en dos, casi cayéndome al final por lo apresurada que estaba. Generalmente Luce y Cher tocaban el timbre como si se estuviera acabando el mundo, así que ya que el timbre estaba sonando de manera normal, eso solo podía significar que era Justin.

Me arreglé como pude la maraña que tenía de cabello en el tiempo en que me ponía las botas abandonadas a mitad del pasillo.

Justin como siempre estaba impasible al viento de invierno. En cuanto abrí la puerta, todo mi arduo trabajo por mantener mi cabello en su sitio se fue por el desagüe, mientras que Justin lucía increíblemente sexy con su cabello siendo alborotado por el viento. Aún no entendía qué demonios hacía yo con este prototipo de hombre, pero no me importaba, solo había una pequeña desventaja, y era que era mejor no sacarlo a lugares demasiado públicos porque Dios él sí que atraía la atención de las mujeres como si fuera miel y no me agradaba para nada, incluso si él no las tomaba en cuenta.

Era celosa, lo admitía, pero no lo demostraba frente a él, solo me enrabiaba en silencio.

—Hola, ________ —me saludó, una sonrisa enmarcando su rostro cincelado por los dioses del Olimpo.

—Hola, Justin —le sonreí de vuelta y recibí un corto beso en los labios como recompensa—. Pasa. Por cierto, ¿dónde está el amor de tu vida?

—Le he dado un día libre. Hace demasiado frío para montarme en ella —dijo mientras entraba.

—E imagino que con hace demasiado frío te refieres a que no quieres que tu moto se muera de frío.

—¿No es obvio? —me miró como si le estuviera pidiendo la explicación de cuál era la diferencia entre un cuadrado y un círculo.

—Bueno, las personas normales no sacarían su moto porque les daría frío a ellas, no a la moto.

—Nunca vas a entenderlo, así que no perderé mi tiempo intentando explicarte por enésima vez mi amor por esa moto.

Rodando los ojos, le pregunté si quería algo para tomar, y como Justin es especial y todo eso me pidió leche, porque eso es simplemente increíblemente rudo de su parte, todo un chico malo.

Mientras preparaba la dichosa leche, me di cuenta de que era la primera vez que estábamos solos desde nuestra escena en la playa, y me atacaron los nervios en formas de mariposas que no sabían volar bien en mi estómago. Los últimas días habían consistido en nosotros mirando una película en la sala mientras mi hermana nos lanzaba feas miradas, y ni siquiera me había atrevido a decirle si quería que fuéramos a mi habitación, porque ya me imaginaba la reacción de Callie, que probablemente sería patear a Justin en la entrepierna, incluso si él no había hecho nada para merecerlo. Algo me decía que estaba esperando el momento indicado para hacerlo, porque seguía sin creerse que a Justin le viniera la monogamia, dijera lo que dijera.

—¿No está tu hermana? —me preguntó Justin mientras entraba en la cocina.

—Uh… no, se fue esta mañana.

—No le agrado nada.

Eso por supuesto era un detalle obvio, pero a juzgar por el tono de Justin el hecho más que nada solo le divertía.

—Solo tiene que acostumbrarse.

—Aw, apuesto a que soy el primer chico que traes aquí —me miró con una sonrisa burlona.

Riéndome, rodé los ojos. En realidad, lo era, y no me importaba admitirlo, solo que no quería alimentar más su ego.

—Por supuesto que lo eres —como no podía mentir, dejé que mi voz saliera con sarcasmo.

Justin ahora me miró con el ceño fruncido, como si intentara evaluar si estaba siendo sarcástica o no.

—¿Fue eso sarcasmo?

—Por supuesto que no.

—Eso definitivamente fue sarcasmo.

—Lo que tú digas.

—Vamos, ________, no es una pregunta tan difícil. ¿Algún ex novio?

—Me gustaría responderte, en serio, pero dejaré que te quedes con la duda —me reí.

—Eso no es nada agradable —me miró mal.

—Tú no eres nada agradable.

—Vamos, es una respuesta sencilla —gimió.

—¿Por qué te importa? —me reí mientras le entregaba su vaso de leche.

—Porque sí.

—Por favor, esa es una respuesta de preescolar. “Porque sí”, ¿hablas en serio?

—Apuesto a que también fui tu primer beso.

En cuanto sentí que mis mejillas se sonrojaron, supe que había perdido esta batalla, para varias, y a juzgar por la expansión de la sonrisa de Justin él sabía que había ganado también, y parecía muy satisfecho consigo mismo, como de costumbre.

Hombres.

—Así que ________ Grey, yo fui tu primer beso —ahora se había convertido en una afirmación, y me estaba mirando como si se creyera capaz de dar vuelta mi mundo entero.

Y lo era.

—Dios, por qué siempre tienes que ponerte todo arrogante —le di un empujón que casi hace que se le caiga leche en la chaqueta.

—No me habías dicho que había sido tu primer beso.

—¿Y alimentar más tu ego? No, gracias.

Riendo, Justin dejó la leche a un lado y cogió con sus largos dedos las pretinas de mis jeans desgastados, atrayéndome hacia él hasta que nuestros cuerpos quedaron sin posibilidad de juntarse más. Se inclinó contra mí y sus labios estaban repentinamente sobre los míos, moviéndose y desenvolviéndose en mi boca como solo él sabía hacerlo. Me dejé llevar por él y me relajé, dejando mis manos reposar en los fuertes y trabajados antebrazos mientras sus brazos rodeaban con facilidad mi cintura.

—Quítale las manos de encima a mi hermana, pervertido.

De pronto, Justin estaba apartado de mí, frunciendo el ceño mientras se sobaba la parte del hombro en la que mi hermana lo había golpeado. Una expresión de pocos amigos cruzando por su cara.

Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora