El camino lo hicimos en silencio. Logramos salir del campo de batalla sin más que algunos rasguños, y en algún punto asumí que si Mason quisiera matarme ya lo habría hecho.
Considerando que toda mi familia me había traicionado, solo me quedaba confiar en extraños, por estúpido y peligroso que sonara. ¿Qué podía perder a esta altura?
Escuché a Mason decir algunas cosas por el radio, pero no fui capaz de prestarle atención. A mi lado, Akiva dormía plácidamente a pesar de los baches de la degradada carretera y de los eventos de hace un rato.
No podía conciliar lo que había visto y escuchado con las personas que amaba. Justin siempre me protegía, Callie siempre me protegía, y si bien no veía a mis padres hace mucho sabía que eran los mismo que me criaron toda mi niñez.
—¿Estás aguantando ahí atrás? —preguntó Mason de pronto, trayéndome de vuelta a una realidad de la que no quería ser parte.
—Sí, todo bien —arrastré las palabras, sabiendo que era la mentira más grande que hubiese dicho.
—Mira, uhm...
—_______...
—Sí, claro —se aclaró la garganta—. No te conozco y tú no me conoces, pero si hay algo que puedo asegurarte es que las cosas siempre pasan por algo.
De eso no me cabía duda. El problema era que todo lo que a mí me pasaba era con el mero fin de arruinarme la vida.
Pero preferí no decir nada.
—¿A dónde vamos? —pregunté luego de varios minutos de silencio.
—Vamos a una casa de seguridad.
—¿Qué tan segura?
—Tan seguras como las que tiene el FBI —parecía orgulloso.
—No sé qué tan seguro sea eso...
—En su defensa, las casas de seguridad no son tan vulneradas en la vida real como en las películas de policías.
—Tú me encontraste, ¿qué te hace pensar que ellos no me encontrarán de nuevo?
—Tenemos nuestros métodos, y son mejor que los de la CIA. Pero no te preocupes, entenderás todo cuando lleguemos.
—Pensé que entendía todo hace tiempo —confesé. Por alguna razón el shock de toda la situación me estaba haciendo soltar todas mis penurias—. Eran todas mentiras.
—Estoy seguro de que incluso entre el mejor de los mentirosos se esconde algo de verdad.
Pensé en Justin, y enseguida descarté la idea.
Era la peor mentirosa que conocía, involucrándome con el más grande de todos. En algún momento debí haberme preguntado qué tan buena idea era estar con alguien que mentía tan bien, y quizá lo había hecho, pero no recordaba haberle puesto tanta atención como para que levantara banderas rojas.
Lo más triste de todo era que... no se puede apagar el amor luego de que te destruyen, y lo estaba comprobando en este momento mientras se derrumbaban todas las imágenes y recuerdos que tenía con Callie y Justin. No podía dilucidar los recuerdos reales de los que no.
Ya no sabía qué era real. Las únicas cosas reales resultaron ser la peor mentira de todas.
Acaricié a Akiva, que apenas abrió los ojos para comprobar que siguiera a su lado y siguió durmiendo. En la radio, comenzó a escucharse una canción country antigua, y Mason iba tarareando el ritmo como si nada, como si no me hubiera roto en mil pedazos.
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Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)
Hayran KurguJustin Bieber solo parece el típico chico malo del que ninguna secundaria de los Estados Unidos puede prescindir. _________ Grey no es de las chicas que son lo suficientemente listas para resaltar, pero sí de las que son lo suficientemente tontas co...