Capítulo 4 Parte 2

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Más tarde ese mismo día, el invierno comenzaba a anunciar su llegada con una torrencial lluvia que estaba azotando gran parte de Carolina del Sur, y como siempre, en Hamilton se anegaba medio pueblo. Era un poco molesto. Las calles no habían sido renovadas hace tres generaciones atrás.

Me encontré a mí misma pensando en qué iba a hacer Justin. Manejar en moto hasta su casa, a pesar de que no tomaría más de cinco minutos en este pueblo, donde fuera que él viviera, no parecía demasiado llamativo con esta lluvia.

Reuniendo el valor que no tenía, recorrí los pasillos hasta que lo encontré en su casillero. La mayoría de los estudiantes estaban aglomerados en la cafetería comiendo su almuerzo a salvo de la lluvia, así que no había muchas almas rondando los pasillos y menos en el patio.

Justin levantó su mirada y me sonrió antes de que siquiera estuviera a veinte metros de distancia de él. Sinceramente no sabía cómo lo hacía, parecía que tenía un sexto sentido o algo… quizás hasta leía mentes, porque entonces no sería tan raro que supiera siempre en qué estaba pensando y cuándo estaba mirándolo. Yo era bastante obvia, pero no tanto.

—_________, qué grata sorpresa, pensé que habías dicho en Inglés que no querías estar en el mismo planeta que yo.

—Porque como ya dije, eres molesto —me apoyé en el casillero al lado de él, apreciando su perfil. Su nariz era recta y sus labios definidos resaltaban en su precioso y bien cincelado rostro.

—Cómo olvidarlo —sonrió sin mirarme mientras guardaba unos cuadernos en su casillero—. Entonces… ¿qué es lo que necesitas? Porque imagino que no estás aquí para rogarme por una sesión de besos.

—Por muy tentador que eso suene —rodé mis ojos—, en realidad me preguntaba si pensabas irte de vuelta a tu casa en… umh… tu motocicleta.

—Es una extraña pregunta —me miró, la diversión cruzando por sus ojos miel.

—Pregunto porque está lloviendo.

—Bueno, un poco de agua nunca mató a nadie —se encogió de hombros, cerrando la puerta de su casillero y volviéndose hacia mí. Erguido recto, él era mucho más alto que yo, y tuve que levantar mi cabeza considerablemente para mirarlo a los ojos ahora que ya no estaba inclinado guardando sus cosas.

—Puedo llevarte si quieres… ya sabes, en regreso a que tú me hubieras llevado el otro día.

—Es lindo escuchar que ahora tu devolución de favores son propuestas menos indecentes —se rio por lo bajo,

—No eran propuestas indecentes. Tú asumiste que lo eran… ¿entonces?

 —Casi no puedo soportar la idea de mi chica mojándose y quedándose sola hasta mañana —suspiró con tristeza.

Me tomó unos segundos procesar que él le decía “mi chica” a su motocicleta, pero negué con la cabeza y lo dejé pasar.

—Estoy segura de que “tu chica” sobrevivirá ahí afuera. Un poco de agua nunca mató a nadie… menos a una moto.

—Bueno, cariño, si insistes tanto supongo que tendré que aceptar —sonrió, mostrando una hilera de dientes perfectamente alineados y cegadoramente blancos.

—Bien, entonces… entonces supongo que nos vemos a la salida.

—Claro.

Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora