Capítulo 23: Día de San Valentín Sangriento - Parte 3

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Uno pensaría que luego de todo lo que he tenido que pasar en un intervalo tan corto de tiempo me habría preparado para escuchar que había gente que me quería muerta a como de lugar, pero la verdad es que estaba igual de entumecida que todas las veces que noticias relacionadas habían hecho su camino hasta mí.

—¿por qué me querrían muerta?

A pesar de como sonara, no era una pregunta ridícula, porque hasta el momento —y que yo fuera consciente— nadie me quería muerta. Todos me necesitaban como rata de laboratorio, un medio para su fin. Me necesitaban para duplicar el suero que podría hacer invencible a la raza humana, o a un pequeño grupo de ella.

—Para detener esto —dijo Luke con suavidad antes de que Hillary pudiera hablar—. Todo se detiene si mueres y si nunca más encuentran tu cuerpo.

—Lindo —murmuré secamente.

—Ellos creen estar haciendo un servicio público —acotó Justin, entrelazando firmemente su mano con la mía—. A diferencia de la CIA no les importaría... hacerle daño a una chica de 17 años que no tiene la culpa de todo esto.

—¿Y por qué la CIA es diferente? —pregunté—. ¿Por qué se tomarían tantas molestias para protegerme de todos modos? ¿Nadie se ha detenido a pensar en eso?

—Por tus padres, ________ —dijo Hillary—. Son poderosos, en una manera que imagino nadie te ha podido explicar aún. ¿Creerías que luego de todo este tiempo han pasado inadvertidos tan solo con la ayuda remota de la CIA?

—No lo sé. Sigo olvidando todos los datos que me han hecho asimilar. Se revuelven en mi cabeza —suspiré.

—Hablaré con Hillary aquí —Luke nos miró alternativamente.

Captando la señal, me di cuenta de que probablemente iban a hablar algo que yo no estaba autorizada a escuchar, y a pesar de mi terquedad y mi imposibilidad de manejar mi temperamento cuando no conseguía lo que quería, me di media vuelta soltando un gruñido furioso y subí las escaleras de dos en dos, vagamente escuchando los pasos de Justin justo detrás de los míos.

En cuanto la puerta se cerró detrás de él, estallé.

—¿¡Qué demonios, Justin!? ¿¡Alguien quiere jodidamente matarme!?

Al parecer se dio cuenta de que era una pregunta capciosa, porque mantuvo su boca cerrada y miró impasiblemente, pero su mandíbula apretada lo delataba: estaba igual de afectado que yo.

—Una cosa es que quieran experimentar conmigo, y otra muy distinta ¡es que quieran matarme! —empecé, con voz más alta de lo socialmente aceptable—. Habíamos acordado, maldita sea, que no habría más secretos, que me contarías todo lo que había para saber, y yo confié en ti.

Entonces recordé la infinidad de libros que había leído en donde la vida de la protagonista adolescente se veía puesta cabeza abajo, y ellas lo manejaban de una manera envidiable. Entendí entonces que no era nada como ellas y la vida no era nada como un libro.

—Si me escucharas por un momento, podría explicarte —dijo, con su voz tan tranquila que quise ahorcarlo.

—Bien, adelante —bufé.

—Los Radicales son un grupo... muy antiguo. Habían estropeado varios proyectos importantes. Cualquier experimento que luzca como si pudiera ser una amenaza para la estabilidad humana está en su punto de mira. No poseían escrúpulos y habrían hecho lo que fuese para que ninguno de esos proyectos viera la luz. Es incluso un poco difícil creerse que todo lo que hicieron fue por un bien común, o más bien lo que creían como un bien común.

Ángel Guardián [Proyecto 127 #1] (Justin Bieber Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora