Por Siempre, Amor

La Jaula del Depredador

Narra Sophie:

Habían pasado varios días desde la última vez que supimos algo de Akasha; desde su macabro "mensaje" parecía que esa mujer desapareció de la faz de la tierra, pero como sabíamos que no teníamos tanta suerte, no bajamos la guardia ni un por momento.

A pesar de lo mucho que nos esforzábamos para crear el plan perfecto para detenerla y capturarla, todas nuestras ideas eran demasiado riesgosas y ninguno de nosotros estaba dispuesto a sacrificar a nadie, excepto Damon, que no le importaba quien resultara herido o muerto porque él solo quería recuperar a Genevieve y terminar de una vez por todas con este juego del gato y los ratones.

Además, teníamos que lidiar con el asunto de Dove. Esta mañana, ella y Steffanie habían ido a casa de sus padres en compañía de Seokjin y Damon con la intención de hablar sobre la nueva vida que llevarían a partir de ahora, pero al parecer las cosas no salieron como las pelirrojas esperaban, porque Damon tuvo que hipnotizar a los padres de las chicas para hacerles creer que tendrían un viaje largo y solo podrían comunicarse por medio de llamadas. No supe con exactitud qué fue lo que sucedió, pero desde que volvieron pude notar a Steffanie más seria de lo normal y a Dove un poco decaída.

Todos sabíamos que no sería nada fácil para ellas adaptarse a los cambios, pero ambas chicas querían seguir juntas para poder recuperar sus vidas más adelante y aunque por ahora el único lugar medianamente seguro para ellas era la casa de mi abuela, contaban con el apoyo de los sabuesos, que, entre muchas cosas, obligaban a Damon a entrenar a la novata.

Cuando cayó la noche y la improvisada cena a base de comida congelada estuvo lista, nos dispusimos a pasar un rato tranquilo, que lamentablemente no duro mucho tiempo.

―Esto es increíble. ―dijo un Nicholas ebrio desde la entrada del comedor donde todos los demás disfrutábamos de la cena. ―Estamos aquí jugando a la casita, mientras el alma de Genevieve se pudre en el inframundo. ―lo miré y me di cuenta de que sostenía una botella de whisky.

―Nicholas, ¿Qué sucede contigo? ―Joe se acercó a él y le quito la botella.

―Deberíamos estar haciendo algo, creí que me usarían como carnada. ―siguió diciendo mientras sus ojos avellana se posaron sobre Damon, que solo le sostuvo la mirada. ―No sabemos nada sobre esa mujer, quizás ahora mismo este convirtiendo personas para armar su propio ejército sanguinario. ―

―No es algo que ella haría. ―dijo el vampiro.

― ¡Eso no lo sé! Y ya estoy cansado de estar encerrado en este lugar sin poder hacer nada por Genevieve. ―se acercó a la mesa. ― ¡Tu! ―tomo a JK por los hombros y lo sacudió un poco. ―Tú debes ayudarme a recuperarla. ―

―Nicholas, deja de comportarte como un idiota. ―Damon separó a Nick del joven sabueso y recibió un manoteo a cambio.

― ¿Yo soy el idiota? ¿Quién es el que ha pasado los últimos dos días siendo niñero de una chica de veintidós años y recibiendo ordenes de un sujeto con mal carácter? ―Nicholas se burló y el vampiro solo tensó la mandíbula conteniendo el impulso de golpearlo.

―Nick, ya basta. ―dije. ―Todos aquí tenemos un objetivo en común, ¿entiendes? Pero tenemos que mantenernos calmados y armar una buena estrategia, no solo se trata de atarte a un árbol y esperar a que Akasha vaya a buscarte para poder meterla en una jaula. ―

―Aunque atarlo a un árbol no suena tan mal en este momento. ―dijo Damon, pero solo decidí ignorarlo y continuar.

―Estas frustrado y enojado, lo entiendo, pero esas emociones no son de utilidad y tú tampoco lo eres en este estado, así que te recomiendo que vayas a dormir para que se te pase el efecto del alcohol. ―mire a Joe y solo basto eso para que él entendiera y tomara del brazo a su hermano para llevarlo a una cama.