Novata

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Narra Nick:

Las malas noticias siempre viajan de tres en tres, y ya estábamos en la segunda.

No podía dar crédito a todo lo que veían mis ojos, aunque la realidad era que mi cerebro había dejado de funcionar en el momento en el que Genevieve, o la mujer que pretendía ser ella, dijo la verdad.

Me quede quieto observando como sujetaba a esa chica inocente para luego clavarle un cuchillo de mantequilla en la garganta. Su mirada era tan fría que pude sentir como se me helaba la sangre de solo tenerla frente a mí. ¿Cómo pude ser tan idiota y no darme cuenta de esto?

Analicé la situación en retrospectiva... Tuve miles de señales frente a mí y por alguna razón, solo decidí ignorarlas, incluso esta mañana durante mi propuesta de matrimonio, algo dentro de mí me advertía que no debía seguir con eso. Pero fue en este momento cuando la verdad más horrible y perturbadora cayó sobre mi como un yunque de doscientos kilogramos.

«¡Durante cinco meses estuve con la madre de Genevieve!» Pensar en eso me hizo sentir nauseas, me incline hacía el piso y trate de contener las ganas de vomitar.

Sabía que todo se movilizaba a mi alrededor, pero, aun así, los gritos desesperados de la otra pelirroja y las voces que hablaban al mismo tiempo, sonaban como si estuvieran a kilómetros de mí. Iba a desmayarme en cualquier momento.

―Creo que Nick se siente mal. ―dijo Dylan y me tomo de los hombros. ― ¿Amigo? ―

―Me parece que ahora tenemos un problema más grave que Nicholas. ―

Levante la mirada y tuve un golpe de realidad al ver como la pelirroja se desangraba en manos de uno de los desconocidos. La chica seguía con el cuchillo de mantequilla clavado en su garganta, supongo que para evitar que todo ocurriera más rápido. Sophie, Joseph y el otro desconocido trataron de ayudar, pero parecía que todo era en vano, mientras que Damon solo tomo a la chica que gritaba y por medio de la hipnosis la hizo callar.

Después de eso, el vampiro se arrodillo junto a la pelirroja y le dio de su sangre para tratar de curarla, pero para sorpresa de todos, ella la escupió y comenzó a toser, provocando que más sangre saliera de su herida.

―Es por la sangre de Akasha. ―dijo Sophie. ―Esta chica va a morir. ―

― ¡No! Por favor, Dove, no me dejes hermana. ―la segunda chica empujo a Damon y se arrodillo para tomar la mano de su hermana.

―Steffanie... ―la voz de Dove era débil.

― ¿Dove? ―el desconocido que tenía las manos sobre la garganta de la chica habló con un tono de voz suave y ella lo miro. ―Estarás bien, ¿de acuerdo? ―Dove trato de sonreír, confiando en las palabras de aquel sujeto.

No paso mucho tiempo, cuando nos dimos cuenta de que la luz en los ojos de la joven se había apagado, el desconocido número uno, dejo que su cuerpo reposara sobre el suelo, retiro el cuchillo de su garganta y con delicadeza cerro los ojos de la chica.

Me acerque y observe la escena sacada de una película de terror, había mucha sangre por todos lados, Steffanie lloraba de forma desconsolada sobre el cuerpo sin vida de su hermana y el desconocido numero dos la tomó de los hombros para tratar de consolarla. ¿Pero cómo se consolaba a alguien que había visto morir a su hermana de esa manera tan horrible?

Sophie se arrodillo al lado del cuerpo de Dove y con ayuda de su propio abrigo trato de limpiar la sangre que tenía en el rostro, el desconocido número uno se desplomo en el suelo y miro hacia las copas de los arboles como si esperara que la resurrección cayera del cielo.

Por Siempre, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora