Por Siempre, Amor

El Diablo es una Mujer

Narra Nick:

Honestamente no supe en que momento me quede dormido, pero supongo que fue poco después de darle mi sangre a Dove, aunque después de mirar la hora en el reloj, supe que solo habían pasado dos horas desde entonces.

Observé a mi alrededor y me di cuenta de que estaba solo en la habitación, por lo tanto, salí de ahí para ver en donde estaban los demás. La pequeña sala de estar en donde nos habíamos reunido la noche anterior también estaba vacía, pero el ruido proveniente del jardín trasero llamo mi atención, me dirigí hacia allá y al salir pude ver únicamente a Dylan, Steffanie, Dove y el otro chico cuyo nombre me costaba pronunciar.

El chico y Dove estaban en una especie de entrenamiento de boxeo, ya que él le daba instrucciones y ella las seguía, la pelirroja lucia agotada después de hacer los Burpees, pero aun así continuaba a lanzar golpes hacia los brazos de "su instructor".

― ¿Qué pasa aquí? ―pregunte sin dejar de mirarlos.

―Mantengo la mente de Dove ocupada. ―respondió el chico. ―Por lo menos hasta que traigan su alimento. ―

―Damon y Jin fueron a asaltar un hospital. ―dijo Dylan sonriendo. ―JK se ofreció a hacer guardia mientras regresan. ―

―Pero ya debemos entrar a la casa, ya casi amanece y Dove no puede estar expuesta al sol hasta que Sophie regrese. ―el chico "JK", detuvo su entrenamiento y miro a la pelirroja. ―Vamos adentro. ―

Los cinco entramos de nuevo a la casa y los mire con detenimiento. Aún tenía muchas cosas por asimilar, desde lo que realmente estaba pasando con Genevieve, hasta el hecho de que mi amigo Dylan estaba involucrado en todo esto. Sin mencionar que una chica inocente y su hermana habían salido afectadas. Todo era muy confuso aún.

JK me explicó que, en efecto su hermano y Damon habían ido al hospital cercano para conseguir reservas de sangre para que Dove no tuviera la necesidad de atacar a alguien, por lo menos hasta que sepa como alimentarse de forma controlada. Sophie y Joseph habían salido en busca de una joya de lapislázuli para que la pelirroja pudiera usarla y así evitar ser consumida por el sol.

Dylan le habló a Steffanie sobre todo lo que su hermana y ella tendrían que vivir a partir de ahora, y tal como lo fue para mí en su momento, escuchar la historia sobre todas las criaturas sobrenaturales, amplio su universo en todos los sentidos.

―Entonces si entiendo bien, tu heredaste la capacidad de ser un licántropo. ―Steffanie señaló a Dylan y continuo. ―Sophie es una bruja... La loca del bosque, Damon y mi hermana son vampiros... JK y su hermano malhumorado son una criatura del inframundo... y los demás somos humanos. ―mi amigo asintió enérgico.

― ¡Si! Lo entendiste perfecto. ―

― ¿Una criatura del inframundo? ―pregunte mirando a JK. ― ¿Tu eres Cebero? ―

―Solo una parte... ―el asiático sonrió con amabilidad.

Asentí sin entender muy bien a lo que se refería, parece que estos cinco meses en realidad fueron una eternidad y que mucha información nueva caía sobre de mí, aplastándome lentamente. O quizás solo seguía sintiéndome abrumado por la situación.

De solo pensar en todo lo que había pasado con la que no era Evie, me sentía asqueado, no solo por la parte sexual, sino por todo lo demás, ella se alimentó de mí, compartimos momentos que ahora quisiera borrar de mi memoria y, lo peor de todo fue le dije que la amaba no una, ni dos, ni tres veces, se lo repetía cada día, cada vez que tenía la oportunidad, incluso fui capaz de pedirle matrimonio.

Estaba dispuesto a todo con esa mujer que solo me había engañado y manipulado. Y sabía que no era excusa, debí darme cuenta de la verdad desde el primer momento, debí ser más inteligente y escuchar todas las advertencias que muchas veces me dio mi hermano, pero no, solo fui un imbécil cegado por la imagen física de una mujer.