Destino

79 20 14
                                    

Narra Akasha:

El dolor por fin había cedido, después de tantos días de agonía por culpa de la sangre contaminada de ese perro pulgoso.

Aquella noche apenas logré escapar con éxito de la cripta para alejarme lo suficiente; Me desterré a mí misma en una cueva a las afueras de la comuna Vâlcănești, donde estaba segura de que no iban a buscarme por el simple hecho de ser una comunidad de viejos brujos que no aceptaban vampiros en sus terrenos.

El imbécil de Lestat los respetaba y también respetaba sus límites porque decía que era diplomático, aunque yo lo llamaría débil, Lestat Von Kleist se había suavizado con el pasar de los siglos, pero yo era diferente, siempre he sabido quienes están por debajo de mí y los brujos resentidos jamás serian un problema para mí, yo era astuta, así que a pesar de mi malestar pude ocultar mi rastro.

Tras recuperar un poco de mi fuerza, me levante del piso y mire con desagrado la pila de cadáveres en descomposición de los animales que habían servido para mantener mi corazón en funcionamiento y después dirigí mi mirada al único alimento decente al que había tenido acceso en los últimos días.

Durante la pasada noche lluviosa, un joven campista creyó que refugiarse dentro de la cueva lo mantendría seco y a salvo, pero en su diminuto cerebro inferior no considero los peligros que encontraría dentro, como yo, por ejemplo. Pise su cabeza que ya estaba casi por completo despegada de su cuerpo y mire sus ojos sin vida.

―Tal vez hubiera sido mejor soportar un poco de agua sobre tu campamento, ¿no crees? ―me reí del muerto y salí de la cueva.

El cielo estaba casi oscurecido, era mi momento para irme de ahí y ejecutar mi plan en contra de todos aquellos que se atrevieron a desafiarme, incluyendo a mi querido Nick, pero especialmente, mi sed de venganza estaba dirigida al maldito perro del inframundo.

Pase mis dedos sobre la cicatriz que ahora marcaba mi hermoso rostro y mire la otra en mi muslo, ese maldito cerbero me había herido con sus dagas, pero serían esas mismas dagas con las que yo le sacaría el corazón y mandaría su alma de vuelta al lugar donde pertenece, tal como lo hice con su hermano.

Camine despacio por el bosque ya que aún no me encontraba en condiciones para simplemente aparecer donde yo lo deseara, necesitaba beber más sangre y recuperar energía. Con suerte me encontraría algún desafortunado humano en el camino.

Pero mi destino puso frente a mi algo mejor que solo alimento.

Casi al llegar a la orilla de la carretera logre ver como un hombre y una mujer se detenían y bajaban de una motocicleta, me oculte entre los árboles, lo suficientemente lejos para que ellos no me notaran, pero lo suficientemente cerca para escucharlos.

― ¿Por qué nos detenemos aquí? ―preguntó el hombre.

―Los vampiros no somos bienvenidos en los terrenos Vâlcănești, pero no necesitamos adentrarnos más, los zafiros serán visibles desde aquí. ―

Así que mi querida hija y ese pulgoso ahora eran íntimos amigos, vaya sorpresa. Los observe durante un rato y fue suficiente para que mi brillante cerebro modificara sus antiguos planes.

Llegaría mi momento, todos mis enemigos caerían y yo iba a conseguir lo que tanto había deseado por siglos. Pero no se podía hornear un pastel sin romper algunos huevos, así que cerré los ojos y haciendo uso de la poca energía que me había proporcionado la sangre del campista, desaparecí de ese lugar.



Narra Jungkook:

Resentí el cambio de temperatura en mi cuerpo cuando los brazos dejaron de rodearme y separó su pecho de mi espalda, honestamente había disfrutado de su cercanía a mi durante todo el camino hasta el lugar donde variamos los supuestos zafiros de su leyenda.

Por Siempre, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora