Por Siempre, Amor

El Último Adiós

Narra Nick:

Habían pasado ya cuatro horas desde que abordamos el avión, lo que significaba que estábamos a pocos minutos de aterrizar en Louisville, Kentucky, la ciudad donde nació Josh y donde ahora reposarían sus restos.

Me enderece un poco en el asiento y mire hacia atrás, donde Joe charlaba con Sophie sobre trivialidades de la vida, a la rubia no le gustaba mucho la idea de viajar en avión, por lo tanto, el hablar con mi hermano había servido como un distractor.

Al otro lado del pasillo, Damon coqueteaba con una de las azafatas, que en este momento debería estarse preparando para el descenso, el vampiro me miro y sonrió son cinismo para luego volver a prestarle atención a la joven mientras esta le entregaba un papel, con lo que intuí era su número telefónico.

Finalmente observe a Evie, que iba sentada a mi lado con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en el respaldo del asiento. Se le veía tan tranquila, pacífica y sin duda tan hermosa como siempre, ella era de esas mujeres que no necesitaban de maquillaje o peinados elaborados para lucir radiante. Su piel de porcelana me invitaba a perderme en su cuerpo mediante caricias y sus labios me tentaban a devorarlos.

Sin embargo, un rayo de sol se coló por la ventanilla e hizo brillar el único accesorio que la adornaba, lo que hizo que mi atención se centrará en el collar con esa piedra medianamente grande. Genevieve no se quitaba ese collar para nada, y eso me hizo preguntarme el porqué, no era precisamente una pieza de joyería especial, de hecho, solo se trataba de una roca simple atada a una cadena.

Levante mi mano en dirección a la piedra para tratar de verla mejor y encontrar el motivo de fascinación de Evie por ella, pero antes de que pudiera tocarla, la mano helada de mi novia me detuvo y su rostro se giró hacia mí.

― ¿Qué haces cariño? ―preguntó ella con un tono de voz pausado.

―Yo solo... ―la voz del piloto anunciando el aterrizaje me interrumpió y eso me hizo agradecer mentalmente, ya que por alguna razón me sentí aliviado de no tener que darle una explicación a Evie.

Nos ajustamos el cinturón y cuando por fin tocamos tierra, los cinco nos levantamos de los asientos con la intención de estirar las piernas. Noté como Genevieve ocultaba el collar bajo su ropa, pero no le di importancia. Realmente ahora mismo lo único que me importaba era ver a Josh.

Narra Akasha:

Pase por alto el reciente suceso con Nick, porque se trataba de alguien fácil de manejar y porque el pobre estaba pasando por un momento perturbador. Eso me hizo desear más que nunca poder convertirlo en alguien como yo, solo de esa forma dejaría atrás esos sentimientos humanos que no hacían más que volverlo débil. Necesitaba a Nicholas en todo su esplendor, listo para mí y para reinar en el nuevo mundo que conseguiré para ambos, lo necesitaba fuerte y mientras se siguiera lamentando por un puñado de humanos insignificantes no podría conseguirlo.

Pero todo a su tiempo, las cosas sucederán y yo tendré lo que por milenios he soñado.

Al salir del aeropuerto, un hombre con traje negro sostenía un cartel con el nombre de Joseph y rápidamente él se acercó a saludar, por lo que logre escuchar, sus influencias en el FBI le consiguieron un auto para trasportarnos durante el tiempo que estuviéramos en la ciudad.

Nicholas encendió su teléfono y el sonido de las muchas notificaciones hizo que me acercara a él. Frunció el ceño al mirar unos de los mensajes y luego me miro.

―El cuerpo ya está en el cementerio y la ceremonia de despedida será en solo dos horas. ―me di cuenta de que su voz se quebraba a causa del dolor y la debilidad. ―Apenas tenemos tiempo para ir al hotel a cambiarnos de ropa. ―