Poor Unfortunate Souls

30 5 12
                                    

Narra Seokjin:

Me costaba respirar y pensar al mismo tiempo, no podía creer en la idea de que el alma de mi hermano estuviera aquí. «¿Cuáles eran las probabilidades de que él hubiera estado con nosotros todo este tiempo?»

Las almas no volvían después de la muerte, yo sabía eso, yo era uno de los encargados de que eso no sucediera, claro que, él también.

Tretesta conocía tan bien como yo todos los secretos del inframundo, bueno al parecer casi todos, porque era más que obvio que desconocíamos ese detalle acerca de la amistad entre Padre y esa maldita mujer.

Apreté los puños al pensar en que nuestro progenitor estaba involucrado en todo lo qué pasó, todo era un plan de esa bruja y él le había ayudado, Padre estuvo de acuerdo con que Akasha asesinara a Tretesta a sangre fría.

—Justo cuando pensé que no podía caer más bajo. —

El mismo hombre que nos inculco el odio a los evasores de la muerte y el inframundo, fue el creador de esas criaturas. Durante siglos crecí con una creencia completamente distinta a lo que es en realidad y eso sumado a lo que Akasha le hizo a mi hermano, no hizo más que acrecentar mi odio por los vampiros.

Me sentía en una mentira, todo por lo que había luchado no era más que una falsedad que me mantenía con los ojos vendados. Pero ya no más.

Estando solo en esa biblioteca desde hace mucho rato, mire hacía el punto vacío en el cual, Genevieve había dicho que se encontraba mi hermano y a pesar de que me sentía como un imbécil, dije:

—Juro que voy a vengarte, ahora más que nunca prometo que acabare con esa mujer y después iré tras él... sin importar lo que pueda costarme. —

—Qué bueno que lo mencionas... —miré por encima de mis hombros al lugar de donde provinieron esas palabras, estaba concentrado en hablar con el alma de mi hermano que no sentí la presencia de la misma vampiresa que había provocado toda esta situación. —Porque juntos acabaremos con mi madre, con tu padre y traeremos a tu hermano de regreso, aunque no sea precisamente en ese orden. —dijo con seguridad.

— ¿No te parece que ya has dicho muchas estupideces en un solo día? —escupí con desdén.

—Si de verdad creyeras que solo son estupideces, no estarías hablando con la pared. —

—No hay forma de traer a Tretesta. —afirme.

—Fue posible traerme a mí, ¿Por qué dudas en traerlo a él? —

—Tu caso fue algo extraordinario, tu alma fue reemplazada con la de tu madre y al parecer, tu madre no puede morir. —

—Mi madre es inmortal gracias a la sangre tu padre, la sangre de tu padre corre por tus venas y las de tus hermanos... solo suma dos más dos, Seokjin. —el tono irónico de la vampiresa fue tan molesto que solo pensé en estrangularla para borrarle la sonrisa del rostro.

—Ajá... pero, ¿No crees que, si fuera posible regresar el alma de Tretesta, ya lo hubiera intentado antes? —

—No se los motivos, pero creo que, si Jungkook o tu pudieran entrar y salir del inframundo a voluntad, lo harían ¿no es cierto? Algunas razones deben tener para esconderse en el mundo de los vivos. —

—No sabes nada, Genevieve, así que no especules. —

—Exacto, soy ignorante en todo lo que respecta a las almas, el inframundo y Cerbero, pero piensa en los hechos... —la vampiresa hizo una pausa y contoneo sus caderas hacia mi mientras me miraba fijamente con sus ojos dorados, como si quisiera convencerme de algo. —La misma noche en la que Tretesta murió fue cuando el alma de mi madre se apodero de mí, durante siglos viví siendo su marioneta hasta que pudo usar la daga de tu hermano para enviarme al inframundo y luego llegar a donde estamos ahora. —

Por Siempre, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora