Consensual

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Narra Evie:

Hice el amor con Nick, dos veces más esa tarde, una casi al instante, apenas recuperamos aliento y la otra en la ducha cuando intentamos refrescarnos. Fue maravilloso, no solo por el placer obtenido, sino porque realmente disfrute volver a sentir esa conexión con él.

Lo mire dormir a mi lado sobre su cama y aproveche para poner atención a cada uno de sus detalles. Su cabello estaba más corto de lo que normalmente lo usaba, pero, aun así, se lograban divisar los rizos que siempre lo caracterizaron. Sus pestañas espesas reposaban sobre sus pómulos, en señal de que estaba profundamente dormido.

Sus labios eran rosados y tenían una ligera forma de corazón, sin duda te invitaban a besarlo o incluso morderlos. Nadie pensaría que unos labios también bonitos como esos serían capaces de hacer lo que hicieron conmigo hace apenas un rato.

Sonreí sin dejar de mirarlo o así fue hasta que mis oídos captaron un ruido proveniente de la entrada del castillo.

Me tense al darme cuenta de que los cerberos habían regresado, mire la hora en el enorme reloj antiguo que adornaba una de las paredes de la habitación y fruncí el ceño, era poco más de media noche.

Antes de que Sophie me llevara con Nick, me comentó que los sabuesos habían salido desde muy temprano para el pueblo, pero a juzgar por la hora, solo significaba que pasaron todo el día allá, ¿O acaso llegaron a casa y luego volvieron a salir?

«¿Sera que Jungkook se dio cuenta de lo que paso?»

Una serie de pensamientos acerca del sabueso y el humano me apabullaron. No había lugar a dudas de que el joven cerbero se daría cuenta de lo que hice, puede ser que no haya estado presente en el castillo cuando se realizó el acto, pero seguramente no tardaría en notar el olor.

De nuevo me vi envuelta en un sentimiento de culpa, el mismo que estuvo conmigo después de lo que pasé en aquel granero.

«¿Hasta cuándo voy a aprender a no dejarme llevar por los sentimientos del momento?» Nada de lo que estaba haciendo era correcto porque, alguno de los tres resultaría muy lastimado.

―Veltesta, ¿A dónde vas? ―mire hacia la puerta de la habitación, la voz de Jin provenía desde el pasillo exterior.

―Solo quiero... ―el mayor de los sabuesos interrumpió la voz de su hermano.

―No, no quieres. ―escuche como JK soltó un gruñido. ―Ve a tu habitación, ya hablaras con ella por la mañana. ―

―Drittesta. ―Jungkook se quejó para luego soltar un suspiro derrotado. ―Como sea. ―

Escuche los pasos de ambos alejarse. Jungkook tenía la intención de entrar a esta habitación, pero, ¿Para qué?

Agradecí que Seokjin se lo impidiera, porque nada me hubiera avergonzado más que eso. Ya de por sí, la culpa por mis actos hacía que me sintiera mal, el hecho de que él nos hubiera visto juntos en la cama lo habría empeorado todo.

Espere un par de minutos hasta que no hubo ningún ruido por ninguna parte del castillo, me levante de la cama con cuidado de no despertar a Nick, tome mi ropa y salí de ahí tan rápido como me era posible. Al llegar a mi habitación, entre directo a la ducha, con la intención de lavar mi cuerpo, y creyendo en vano que eso eliminaría el rastro de lo que hice, aunque no lo había conseguido, sin embargo, el agua sí logró calmar mi estado ansioso.

Cuando salí del baño y vi la hora, me di cuenta de que eran casi las tres de la mañana, todos descansaban dentro de sus habitaciones, no obstante, en un hogar lleno de sobrenaturales, lo mejor era no poner en alerta a ninguno de ellos.

Por Siempre, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora