El Limite Si Existe

44 9 5
                                    

Narra Evie:

Deseaba que lo sucedido la noche anterior fuera una pesadilla.

Al despertar esta mañana entre los brazos de mi mejor amigo y que las memorias perdidas me taladraran la sien, incluso llegué a desear con todo mi ser, que todo lo que sucedió no fuera más que una de aquellas terribles torturas a las que me vi sometida en los últimos meses. De hecho, casi podría asegurar que ninguno de aquellos maltratos físicos tenia comparación a lo que mi corazón se estaba enfrentando.

«¿Cómo era posible que estuviera emparejada con dos hombres?»

Puedo entender que ahora que tanto Nicholas y yo somos conscientes de nuestro pasado, él de su primera vida y yo de su segunda, el emparejamiento sea posible, ya que un amor como el que teníamos es algo que no se borra tan fácilmente, por más que mis padres lo hayan intentado.

¿Pero Jungkook? Apenas conocía a ese sabueso, aunque cada vez que lo miraba a los ojos era como si nos conociéramos de toda la vida, no podía poner en duda la enorme conexión que existía con él, y eso hacía más complicada mi situación.

¿Mi olor me pondría en evidencia? Con Nick quizá sea más complicado considerando que era humano, pero con el joven can no podría ocultarlo.

Cuando una suave brisa hizo que mi cabello se alborotara, me percaté de que ya llevaba un largo rato sumida en mis pensamientos. Tras negarme a ir de cacería con Damon para distraerme y venir a mi lugar en el lago, no había hecho otra cosa más que sentarme bajo un árbol, mirar a la nada y pensar, ni siquiera sabía cuánto tiempo había pasado, si minutos o incluso horas.

Estiré las piernas y me hice el ánimo de levantarme para ir al castillo, cuando me di cuenta de que ya no estaba sola en aquel sitio.

― ¿Te mencione que voy a ponerte un cascabel? ―recibí una risa como respuesta y no pude evitar sonreír.

―Ni que fuera gato. ―dijo.

―Para ser un perro, eres tan sigiloso como un felino. ―

―Me ofendes, Genevieve. ­―el joven sabueso se acercó a mí y se sentó a mi lado. ―Pero si para verte sonreír debo usar un cascabel y ronronear, lo haré. ―

Mi corazón dio un vuelco y solo atine a recostar mi cabeza en su hombro.

― ¿Cómo haces para aparecer el momento indicado? ―

―Es un don. ―respondió con una sonrisa y añadió: ―La verdad no sé porque, pero algo dentro de mí me dice cuando me necesitas y es un sentimiento que no puedo ignorar. ―

― ¿Entonces debo darle mi gratitud a tus entrañas? ―

―Mis entrañas y yo nos conformamos con saber que estas bien. ―levanté mis ojos hacia su rostro y él ya estaba mirándome. ―No importa con quien, solo deseo que estés bien y seas feliz. ―

No tuve problema en comprender el trasfondo de sus palabras. Él ya lo sabía.

Me sonroje y trate de alejar mi mirada de la suya, pero su mano se posó sobre mi mejilla, obligándome a sostener la intensidad de sus ojos oscuros, con los que seguramente estaba escudriñando mi alma.

― ¿Cuándo te diste cuenta? ―atine a preguntar.

―Desde que conocí tu historia con Nick, siempre supe que una relación tan intensa, pasional y capaz de superar a la muerte en más de una ocasión, no era algo que simplemente se dejaría en el pasado. ―su dedo pulgar se paseaba por la piel de mi mejilla. ―Incluso anoche, cuando te confesé mis sentimientos era consciente de que algo como esto podría pasar. ―

Por Siempre, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora