Después de lo sucedido, Lindsey se sintió muy mal, pero logró camuflarlo para que nadie descubriera la locura que hizo. De todas formas, creyó que no había forma de que nadie la descubriera, estaba segura que el hombre no asistiría a la boda.
—Estás preciosa —elogió su madre, acomodándole el cabello.
Lindsey estaba en su antigua habitación, mirándose en el espejo. Llevaba el cabello ondeado sobre sus hombros y una vincha de flores adornando su coronilla. Su vestido blanco con encaje encima y escote recto le marcaba una figura ideal, casi como de modelo. En esos dos años, había engordado un poquito y eso se notaba en sus pechos y glúteos. Aunque ella no se sentía acomplejada, al contrario, se sentía más hermosa y sexy para Christian.
—Aunque es poco común decir esto, al fin conoceré a la mujer que dio a luz a semejante guapura y que se casara contigo pronto —suscitó la Sra. Peterson, entusiasmada.
—Mamá... —murmuró Lindsey, avergonzada.
—Tienes mucha suerte, Li —le expresó su madre, emocionada—. Mi niña se casará... —Y se largó a llorar.
La joven la abrazó con fuerza, casi llorando también. En eso entró Elliot, su hermano.
—Ya dejen de llorar —les reprendió él en modo de broma, uniéndose al abrazo.
—¡Elliot, estás muy guapo! —le elogió su hermana.
El joven amaba tanto a su hermana, que cortó su precioso y adorado cabello largo para la ceremonia. Y llevaba un traje elegante a pesar de que la boda no era tan formal.
—Lo sé, Julia dijo lo mismo —presumió él con una sonrisa socarrona.
Julia era su nueva novia hace más de un año. Su relación con Karla comenzó a dejar de funcionar en el momento en el que joven sentó cabeza y le planteó la posibilidad de casarse.
Pasó por una etapa muy triste fruto de la ruptura, pero en una excursión a un museo de arte, conoció a Julia. Ella era modesta, simpática y no estaba llena de tatuajes o piercings. Era algo tímida, muy diferente a la personalidad de Elliot. Y eso, en vez de alejarlo, lo cautivó.
—¡Espero verte pronto verte así vestido de nuevo y casándote! —le insinuó Lindsey, pegándole un codazo en el brazo.
Él sonrió tímido.
—Yo también. Creo que Julia es la indicada.
—Así dijiste de tus ochocientas novias.
—Lindsey —increpó su madre.
—No, mamá. Tiene razón. Tal vez deba dejar de decir eso —dijo Elliot, riéndose. Lindsey y su madre se unieron a él hasta que un comentario nostálgico cortó su felicidad—: ¡Cómo me gustaría que papá estuviera aquí para verte así de hermosa!
Lindsey bajó la cabeza.
—A mí también. —Y los tres volvieron a unirse en un abrazo.
* * *
—Christian, cálmate —le ordenó la Sra. Foster, tomando sus manos por tercera vez para darle tranquilidad.
Estaba temblando de nervios y ansiedad, pero más de nervios. Estar bajo un arco de flores sobre un altar, esperando que su novia apareciera frente a los presentes, lo estaba matando.
—Lo siento. Es que no quiero hacer nada estúpido. —Y automáticamente recordó a Charly decir lo mismo aquella vez en su boda. Ahora entendía el sentimiento.
—No lo harás. Tienes suerte de que la familia de Lindsey esté aquí, apoyándote y ayudando en la organización —manifestó la mujer.
—¿Cómo fue tu boda con papá? —le preguntó Christian, arrepentido en el acto. Tenía por sabido que ellos se casaron por obligación debido al embarazo de ella—. Es que nunca te lo pregunté —intentó explicarse.
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Planes de Vida ✔
RomanceLindsey Peterson es una romántica empedernida que vive su vida sin preocupaciones dejando todo en manos del "destino". Christian Foster es todo lo contrario. Es frío, reacio al cariño y planifica toda su vida mediante una agenda para no perder el co...