Capítulo 23, "Volver a la realidad"

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La noche se había vuelto anaranjada y la lluvia intensa, arruinando lo poco que había quedado de la fiesta de la Residencia London. 

Charly y April corrían a grandes zancadas hacia su residencia para no mojarse, pero ya era demasiado tarde, estaban calados hasta los huesos de la repentina brisa fría y de las gotas de agua que tenían la temperatura de un cubito de hielo. 

Después de media hora corriendo por las calles y cuidando con que sus pasos no se vieran interrumpidos por el agua y cayeran a ésta, llegaron a su lugar de destino. Charly estaba bastante espabilado y su ebriedad se había ido casi por completo gracias al baño que se pegó en la calle, pero April no paraba de tomar de la última botella que había quedado de la fiesta antes de que no sólo se arruinara por la lluvia, si no por el espectáculo de Lindsey, Christian y John.

—¿Viste la cara de Jaxon y Amber cuando comenzó a llover? ¡En serio, menuda risa! —amenizó Charly mientras se quitaba el cárdigan marrón que discurría de agua y la dejaba sobre la lavadora.

—Ja, ja, ja, sí. Dios... que risa —congratuló April mientras bebía del pico de la botella con la cabeza en alto. Tenía tanto pedo que ya apenas podía mantenerse de pie.

—Suficiente.

Charly le arrancó de un manotazo la botella y April le intentó forcejear mientras él alzaba la mano más alto para que ella no lo alcanzara.

—Dame la botellaaaaaaaaa —protestó ella mientras hacia pucheros con la boca. Charly comenzó a reírse como un loco.

—¡April, estás como una cuba! —bromeó en voz alta, sin parar de reírse. Por más que April lo intentara, no podía alcanzar la suficiente altura de Charly para tomar la botella.

Comenzó a dar pequeños saltos hasta que por accidente chocó con el cuerpo de Charly y éste se tambaleó con ella. La abrazó por los hombros mientras su espalda se apoyaba sobre el borde de la encimera. April seguía con el brazo extendido intentando alcanzar la botella, pero su mente quedó en blanco cuando su rostro quedó demasiado cerca del de Charly. 

Su ebriedad no le permitió pensar con claridad y sin dudarlo centró su mirada en los labios del joven, deseando acercarse a ellos de una vez. Charly notó que ella estaba sugestiva y quería detenerla por sí las cosas llegaban a empeorar más.

Sabía que ella lo quería, al igual que él lo hacía con locura. Pero también sabía que April tenía miedo de que las cosas se salieran de control si empezaban una relación viviendo juntos con Lindsey de por medio. Estarían muy intensos todo el rato y eso la incomodaría. 

Pero es que no podía más. La quería demasiado y le dolía tratarla como una amiga, pero tampoco podía darse el lujo de perderla por dejarse llevar por sus instintos, así que en ese momento de ensimismamiento logró despertar y la apartó con suavidad con las manos en los hombros de la chica.

—April, no... —advirtió Charly con seriedad, pero fue interrumpido cuando April acortó la distancia entre ellos y lo besó en los labios.

Era un beso cálido, tierno, tímido... lo embriagaba la sensación de haberla besado por primera vez, de sentir su aliento, su cuerpo mojado pegado al de él...

Quería detenerla, pero se sentía incapaz de hacerlo. Deseaba besarla más, tocarla más y decirle cuánto la quería. 

April se sintió intimidada por haber tomado la iniciativa, pero no estaba arrepentida y decidió rodear el cuello del muchacho con ambos brazos mientras poco a poco empezaban a mover los labios. 

Reflexionaba sobre lo borracha que estaba y qué quizás se arrepentiría —igual que Lindsey— sobre lo que hacía, pero ya no podía ir atrás, o más bien, no quería hacerlo. 

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