Planes de Vida ✔

Capítulo 21, "¿Suya?"

Después de media hora pasada, Christian volvió frente a la fogata con su vista patas para arriba. 

No se sentía tan ebrio, pero el mundo le daba vueltas y necesitaba sentarse. Para su suerte, logró encontrar un lugar del lado izquierdo de Lindsey, donde se sentó. Ella lo miró algo preocupada, mientras el resto había ignorado su presencia y seguía entre risas la conversación.

—¿Estás bien? —preguntó Lindsey.

—¿Eh? —Christian no la había escuchado.

—Te pregunté sí te sientes bien —se refirió ella otra vez.

—Sí, sólo tengo un poco de sueño —mintió a medias—. Es que a esta hora estoy acostumbrado a estar durmiendo.

—¿Y por qué no te vas...?

—No —respondió Christian tajante, apoyando su mano sobre el banquillo y sin darse cuenta de que había tocado la mano de Lindsey.

Ella volvió a sentir una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo cuando Christian le tomó la mano. Le preocupaba lo que dirían los demás, pero en ese momento de emoción y estupefacción, no quiso apartarse de él. 

April notó desde lejos la situación y chilló en el oído de Charly:

—Christian le está tomando la mano a Lindsey.

—¡Es hora! —dijo Charly eufórico y April lo miró con indagación.

—Agh, a veces me pregunto porqué elegí una carrera tan compleja como la Ingeniería. Tendría que haberme quedado con el oficio de bombero —se quejó Scott, un joven no muy guapo y con cabello negro como el ébano. Una de las cosas que más odiaba era estudiar cientos y cientos de libros.

Eso le recordó a Lindsey una pregunta que le estaba rondando la cabeza desde que Ámber le preguntó a Christian por qué estaba lejos de terminar su carrera.

—Oye —lo llamó ella. Christian giró algo aturdido—. Nunca hemos hablado de por qué quieres realmente estudiar Filología Inglesa.

—Perdona, me niego hablar sobre eso —respondió Christian con sequedad. De pronto, no tenía ganas de hablar con nadie.

«¿Y ahora qué le pasa?» se preguntó Lindsey para sus adentros.

—Oh, vale...

—¡Hey! ¡No seas tan reservado! —vociferó John, apartándose del lado de Lindsey para acomodarse en medio de ambos. Christian sentía que su puño en cualquier momento haría un movimiento involuntario y se estrellaría en el rostro del rubio. Charly observó avergonzado mientras se tapaba la boca con la mano—. Lindsey le va contando a todo el mundo porque eligió esta carrera, ¿verdad?

—Seh, es toda una exhibicionista —agregó Liam, el «chico castaño», apodado así por sus amigos por el cabello de ese color y porque además le encantaba el marrón como color.

—No digan eso —riñó Lindsey con las mejillas rojas. No sólo estaba avergonzada, si no que no quería que ellos tocaran un tema del cual apenas tenían conocimiento.

—Siempre menciona que cuando trabajaba de chica se enamoró de las plantas —balbuceó Ámber con una botella de vodka en la mano. Se tambaleaba sobre su sitio.

—Ya, bueno...

—¿Trabajaste... desde pequeña? —preguntó Christian boquiabierto. Siempre creyó que la extroversión de Lindsey se debía a una buena infancia en ella.

—S-sí. Nada grave —farfulló nerviosa.

—No sé sus razones, pero ha tenido que ser duro —comentó John con los ojos cerrados y añadió—: Yo si hubiese sido tu padre no lo hubiera permitido.