041.

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Observaba desde lo lejos como se mantenía al margen ante cualquier movimiento, el olor que desprendía del suelo húmedo hacía que los ojos del castaño se tornaran rojos y su nariz comenzara a molestar para el momento. Su semblante era serio y aunque trataba de no demostrar lo molesto que estaba, el morder de sus labios y apretar sus manos en un puño lo delataban. Un estruendo desde el cielo nos avisaba que estaría por llover y la temporada de invierno llegaba aunque no era su momento, sin embargo, era algo que todos esperábamos.

—Tu madre te espera en casa, le dije que estabas ocupada resolviendo unos problemas. No vuelvas a escaparte sin decir nada, haces que me preocupe por ti —Taehyung sonrió a medias dejando un casto beso sobre mi cabeza. —Escríbeme cuando hayas terminado con él.  

Su cuerpo desprendía un aroma a tabaco con alcohol y supe que esta sería una mala noche al no tener a la persona que ama, sin embargo, no derramaba lágrima alguna que pudiese delatar más el sufrimiento que lleva desde hace unas horas. Sus brazos me rodearon y acarició mi cabello, dando la sensación de que sería la última vez que haríamos eso, aún así ambos sabíamos que cuando el sol saliera, volveríamos a vernos y e pediría que lo acompañara a su lugar favorito, en donde hablaría de los momentos que siempre ha atesorado en toda su vida.

Observé como Taehyung desaparecía entre las casas quedándome sola por completo con el pelinegro. Ambos sonreímos de manera forzada, tambaleaba sobre sus talones mientras yo me quedaba perpleja. El sonido de un móvil nos alertó haciendo que los latidos de mi corazón incrementaran y con la mirada se disculpó para atender la llamada. Unos golpes provenientes de una ventana me hacían sentir vergüenza al darme cuenta que trataba de mis hermanas, Yang mantenía una sonrisa y se burlaba y Young con su semblante serio pensaba en algún regaño para cuando ya me tuviera dentro de casa. 

—Son mis padres, al parecer tenemos una cena —volvió a mí guardando el móvil en el bolsillo de su pantalón. —¿Tienes tiempo mañana? Hay algo que me gustaría hacer contigo —fruncí el ceño y traté de no reír al ver como sus mejillas se tornaban a un rojo carmesí. 

—No lo sé, hay muchas cosas que debo hacer —una mueca de disgusto se dibujó en su rostro y asintió varias veces para comenzar a marcharse. —Buenas noches, Jungkook. 

—Descansa, pasaré por ti en la tarde —antes de que pudiera hablar me dio la espalda sin mirar atrás y caminar en dirección contraria. Maldije mentalmente y entré sin decir nada. 

La primera planta se encontraba en silencio, una pequeña lámpara adornaba la sala con su luz y mi madre sobre un sillón sosteniendo un libro mientras batallaba en si dormir o segur leyendo. Sonreí ante la imagen y tomando sus gafas sacudí su cuerpo para avisarle que ya estaba en casa, acarició mi mejilla y sin decir palabra alguna subió las escaleras no sin antes darme un beso sobre la cabeza. Suspiré con pesadez al escuchar los murmullos de mis hermanas y al estar en mi habitación ignoré los llamados de ellas. Cerré la puerta, me dejé caer en la cama y cuando sentía la tranquilidad y armonía del mundo, un estruendo irrumpió mi espacio. 

—¿Por qué estabas con él? —reprochó Yang siendo la primera. Su cara de disgusto me causaba gracia y reí al verla fruncir el ceño sin saber cuál era el chiste. —Taehyung estaba muy enojado cuando supo que te habías ido. 

—Quise salir a tomar aire y dio la casualidad de que también estaba solo, si lograste notar todos iban con pareja menos Young y yo —cerré mis ojos colocando las manos sobre mi pecho. —Además, Taehyung parecía divertirse con Jimin. 

—En eso tienes razón —abrí ligeramente mis ojos y observé por el rabillo como tomaba asiento al lado mío. —Sin embargo, llamó varias veces a casa y vino hasta acá para saber cómo estabas.

—Yang se orinó en el camino —la voz de Young resonó en la habitación y me levanté de golpe dejando mis codos apoyados sobre el colchón, miré rápidamente a mi hermana y mordí mis labios en un intento de no reír. —Tuvo que llegar a darse un baño, olía bastante mal. 

—¡Young, cállate! —tiró una de mis almohadas sobre el rostro de mi otra hermana logrando hacerla reír. —¡Todo tiene una explicación y se debe a que tomé bastante! —agitó sus manos al aire y me abrazó escondiendo su rostro en mi cuello. 

—Yang, supongo que es normal que las personas de tu edad se orinen —me empujó al lado contrario de la cama tirando miles de almohadas. Quedamos en silencio tras el sonido de mi teléfono y las tres sonreímos ante el llamado de Taehyung. 

Los grandes ojos frente a la cámara invadían toda la pantalla, se escuchaban las risas de la pequeña y los regaños de Taehyung. La voz de su madre atendiendo el teléfono era tranquila y al vernos saludó con la mano para volver a los papeles que llenaba. Era otro ambiente y las tres reímos al ver a Param bailando junto con su hermana luego de haber escapado de su hermano mayor.

—Hyecchi, ¿por qué tienes el cabello despeinado? —preguntó el castaño sosteniendo a los pequeños en sus brazos. 

—Yang quiso pegarme porque Young comentó que se orinó —los tres hermanos se mantuvieron en silencio para después soltar una gran carcajada y bailar mientras sacaban su lengua. 

—Youngcchi sigue siendo la misma persona fría —se burló el mayor haciendo que mi hermana saliera de la habitación. —Yangcchi, tu hermana de pequeña solía comer tierra, no te sientas mal. —el grito de Young proveniente de su habitación nos hizo reír a todos. 

La llamada no duró mucho y terminó con el canto de los pequeños Kim, luego de una corta charla Yang decidió irse a dormir dejándome con Taehyung. Sus ojos reflejaban la tristeza que sentía al no tener a su amado cerca y desde sólo unas horas comenzaba a contar los días para su regreso y posiblemente partida. Sin embargo, la pequeña felicidad que habitaba en él quebró al nombrar a su padre y recordar una de las cenas que tenían programadas, en donde quería escapar de él y no saber nada. Sin más, Taehyung también quiso ir a dormir. 

El frío de la noche me obligaba a permanecer bajo las sábanas, el brillo de la luna era apagado con las nubes cargadas de agua dejando todo a su alrededor en la oscuridad. Observaba el techo sin poder dormir, contando mentalmente de uno a cien para quedarme dormida en el número cuarenta y tres, aún así, mi teléfono logró desconcentrarme. Un nuevo mensaje.

"Lamento molestarte, repitamos lo de aquella tarde" —Jungkook. 






holaa, estuve mucho tiempo desaparecida y me disculpo de antemano por no haberme reportado. estaba bastante ocupada y de paso no me sentía bien como para escribir un capítulo, aunque tenía ya parte escrita de este me costó un poco seguir con la trama. debo admitir que lo que tenía planeado al principio de la historia cambió bastante, aún así trataré de volver a la idea principal y empezará a partir del otro capítulo. 

también estuve pensando sobre el final y lo más probable es que ya no se acerque como se suponía antes, como dije anteriormente la idea original la había cambiado y quiero seguir con ella, por lo cual la historia se alarga mucho más. 

con esta actualización quiero decir que muchas gracias a las personas que dejaban comentarios y a las que esperaron a que este día por fin llegara, retomaré los viernes de actualización como era al principio para no dejar tan abandonada la historia. 

de paso, como es de costumbre, les quiero decir que hace unas semanas, creo, subí una historia que la verdad amo demasiado la idea y se titula "parís está llorando" es taekook y la pueden encontrar en mi perfil, sin embargo dejaré el link en mi tablero para que les quede más fácil. (me harían muy feliz sí en serio le dan una oportunidad, es muy linda la historia y más si les gusta el violín jeje)

bueno, supongo que me excedí un poco con este anuncio pero quería decir eso. ah, pueden seguirme en instagram (si desean) ya que cambié el user, me pueden encontrar como "mafuyuws"

muchas gracias por haber llegado hasta acá, espero les guste el capítulo y nos leemos en otro.

mr dick ©jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora