018.

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Me veía sumergida bajo el poder de mis sueños y el no tener control sobre ellos, mi cuerpo se sentía caliente y pesado, incapaz de moverme o si quiera de obligarme a dormir. Me deshice con fuerza de las sábanas que me cubrían y en silencio abandoné la habitación en donde decidí pasar la noche. El frío en mis pies y en mis brazos que lentamente me rozaban me hacían perder el aire bochornoso que habitó en mí por unos minutos. Tomé aire y cerré los ojos para meditar un poco, no existía razón alguna para tener que pensar en asuntos que no me convenían. Sin embargo, era inevitable no hacerlo.

Olvidaba que no me pertenecía y maldije en voz baja al ver su silueta junto a la nevera, devoraba todo a su paso como vil animal y no se percataba de mi presencia. No era buen momento para hablar y posiblemente en la mañana tampoco lo sería, pero la incertidumbre me carcomía y me exigía a mí misma a mantener el control. Me dirigí a la isla que adornaba la cocina y tomé asiento en una de las sillas, apoyé mi rostro sobre mi mano y observé detenidamente sus acciones. 

—¿Piensas terminar nuevamente en el hospital? —comenté llamando su atención. Efectivamente, dejó caer al suelo las pastillas y no tan alto un sonido que causó gracia en mí. Ladeé mi cabeza y fruncí el ceño al verlo tan desesperado. —Estoy segura que terminará en un problema, Jungkook. 

Descifrar su comportamiento era un desafío que me proponía alcanzar, sin embargo, leerlo era sumamente difícil. Mis palabras habían sido insignificantes y parecía estar molesto cuando también podía ser otro motivo. Tomó un vaso y con fuerza lo puso sobre el mesón para verter agua en él y seguidamente volver en su busca en la nevera. Kiwi, leche, arándanos, fresas, moras y por último carne cruda era todo lo que necesitaba para satisfacer su hambre. Sentí nauseas al ver como mezclaba todo en un mismo recipiente dejando a un lado la carne para darle uso segundos después. Aquella combinación era un manjar para Jungkook. 

—Y bien, ¿qué te trae por acá? —se dignó hablar después de haberme ignorado. Cortó dos trozos de kiwi junto con fresas y los metió dentro del vaso de leche y agitó bastante para mezclar todo, aunque fácilmente podía hacer uso de la licuadora. Disfrutaba de la bebida que no le daba tiempo de hacer una más. 

—No podía dormir —confesé sin rodeos. El ambiente que resultaba pesado en la habitación de mis hermanas y madre venía siendo el mismo bajo Jungkook. Mi cuerpo se sentía cansado y buscaba un lugar cómodo en el cual pudiera dormir plácidamente. —Basta, Jungkook, dudo que sea bueno que comas todo eso —quise apartar su vaso antes de que pudiera seguir bebiendo, pero, rápidamente con ayuda de sus reflejos retrocedió lo suficiente para no poder alcanzarlo.

—¿Estás segura que sólo no podías dormir? —levantó ambas cejas siendo pícaro. Me desafiaba con la mirada y como si no se diese cuenta mordía lentamente su labio inferior para después echarse a reír. De repente, la bebida hecha por él mismo dejó de ser el centro de atención y se enfocó en las pastillas que le había obsequiado. —¿Crees que tampoco sea bueno si las tomo? 

No podía responder cuando metió a su boca dos pastillas y seguidamente bebió agua para tragarlas. Sus gestos eran graciosos, el sabor amargo no era de su preferencia y el comerlas tampoco, pero existía un motivo el cual desconocía sobre ello, sin importar lo riesgoso que fuera tomarlas lo hacía. Jungkook no era capaz de medir sus actos, mucho menos sus palabras, era cómico para él el verme preocupada que simplemente lo dejé pasar. Ajustó su bata de la cual me percaté al instante que la acomodó y siguió en lo que estaba. 

La idea de usar más de lo que podían hacer sus manos resultó tentadora por unos segundos hasta que se vio rendido ante la idea de tener que hacer uso del sartén. Guardó la carne y continuó comiendo las frutas que yacían sobre el mesón. Sin darme cuenta, me encontraba degustando del exquisito sabor del kiwi que él mismo se encargaba de ofrecerme y dejando las fresas a un lado, nos concentramos en lo que podíamos comer y que no.

mr dick ©jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora