020.

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Posiblemente era la única que no estaba al tanto de lo que sucedía a mi alrededor. El rubor de mis mejillas se expandía por todo mi cuerpo y sentía un leve hormigueo en mis brazos que bajaba hasta mis piernas. Mantuve el ceño fruncido por un largo tiempo y escuché atentamente a sus palabras y el gran secreto que guardaba de mí. Taehyung era una caja de misterios y olvidaba detalles muy importantes de su persona los cuales me hicieron caer rendida ante él cuando éramos más pequeños. La pasión por lo prohibido y experiencias nuevas siempre fue de gran interés para el castaño.

Imaginaba cada escenario en mi cabeza y juntaba cada palabra para terminar la oración. Mi habitación se convirtió en nuestro lugar y nos cohibimos de los demás que esperaba por nosotros en la primera planta. La sensación inexplicable que recorría mis piernas se centró en una zona especifica y la incomodidad se reflejaba en mis movimientos. Estaba roja y avergonzaba de lo que decía aunque fuese lo más normal del mundo.

—Nos besamos un par de veces —miró a la nada y pensó en qué más podría decir respecto a la relación que mantuvieron. —Los primeros meses en el extranjero fueron extraños para mí ya que no conocía a nadie, pero dio la causalidad que Jungkook se encontraba allí por negocios de su padre —jugó con el pendiente de su labio inferior y me observó. —¿Te sientes bien?

—Nunca imaginé que fueran cercanos, estoy impresionada —admitía el gran impacto que hubo en mí, parecía ser que alguien tiraba sobre mi cuerpo un balde de agua fría haciéndome congelar al instante. —¿Disfrutabas de su compañía?

—No del todo -confesó y prosiguió. —La novia de Jungkook es la prima de Jimin, por lo que pasábamos tiempo juntos. Cuando ellos dos decidieron salir oficialmente nos alejamos, aunque nunca me gustó, sabes.

Las piezas comenzaban a encajar dentro del rompecabezas y me veía sumergida cada vez más en el pasado de Taehyung y en el de un chico que conocía de hace unas semanas. Siempre hablaba con entusiasmo, sin embargo, cuando relataba su encuentro del pasado con el pelinegro cierto sabor de amargura se colaban en sus palabras y le hacía parecer molesto. Me incorporé mejor en la cama y até mi cabello en una cola de caballo, la temperatura subía rápidamente y parecía ser la única en sentir cierta pesadez en el aire.

—¿Cómo reconociste su ropa interior? —me atreví a preguntar lo que quería desde un principio.

—¿Estás curiosa por saber si nos acostamos? No, nunca pasamos más de los besos. Suele usar ropa de marca, por lo que es fácil saber de dónde proviene —tomó lo que me había obsequiado y señaló el frente. —¿Ves esto de acá? Tiene una fijación por marcar las cosas, por lo que acostumbra a hacer dos rayas con hilo rojo.

—Pese a que he dormido con él nunca me fijé en eso, ¿hará lo mismo con las demás prendas? —acerqué la tela a mis ojos y los entrecerré para detallar más, Taehyung efectivamente daba en el punto blanco a cualquier cosa.

—¿Dormiste con Jungkook? —preguntó impresionado, como si aquello fuese imposible para ambos. —Quiero decir, me impresiona ya que es un chico bastante reservado, no haría nada más que no fuera con su novia.

—Por cierto, nunca entraste a detalle sobre cómo llegaron a los besos, ¿es algo que no puedes decirme? —jugaba nuevamente con el pendiente de su labio inferior y al verme curiosa por el tema, decidió hablar.

Todo indicaba una tarde de verano, en donde el sol brilla con intensidad y todo el mundo desea ir a la playa a refrescarse. El viento corría con fuerza y sus miradas se mezclaron una vez se encontraban en el mismo lugar. El sonido de las olas era la melodía principal del hotel y quienes se veían interesados en pasar por esos lares. Jungkook era temeroso y Taehyung salvaje, por lo que el castaño accedió a acercarse en busca del baño. Mi atención nunca se esfumó y reí al imaginar al pelinegro tímido dando una indicación.

mr dick ©jeon jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora