El tiempo al lado de Taehyung transcurrió más rápido de lo que pensé y noté como rompía su palabra luego de haberme invitado una noche a quedarme en su casa. Sin embargo, así como las manecillas del reloj se movían a gran velocidad, la emoción que había por ese lapso se esfumaba y me veía obligada a sentirme incomoda. Apoyé mi rostro sobre la palma de mi mano y ladeé la cabeza al ver como la pareja hablaba y disfrutaba de su charla, mientras por mi lado me encargaba de ser el cero al lado de ellos. La semana terminó con un día soleado y le dio paso al fin de semana en donde fui invitada a cenar y ser testigo de su vida amorosa y la falta que hace en la mía. Jimin no parecía estar molesto por mi presencia al igual que el castaño, aún así sentía que ese no era mi lugar.
Me observé en el espejo y suspiré con fuerza una vez ocupé el baño del recinto y al verme sola removí mi cabello y mojé mi rostro para estar más aliviada y pese a que el agua estaba lo suficientemente helada para hacerme temblar, el calor propinado por alguna extraña razón y el rojo de mis mejillas seguían sin desaparecer y lograban molestarme aún más. Las palabras de Taehyung eran como la miel y me envolvía en ellas de una manera fácil logrando cambiar de parecer y así caer en su trampa, había analizado mi comportamiento y al ver lo cambiante que puedo ser terminó ganando el juego al que inconscientemente acepté jugar. El día en donde me vería involucrada en algo íntimo con la pareja había llegado y no sabía cómo reaccionar.
—¿Hyecchi? —la voz de Taehyung se escuchó al otro lado de la puerta antes de que pudiera dar dos toques. —¿Te sientes bien? ¿Quieres que vayamos a casa y compre medicina? —mostraba preocupación y aunque no tuviera malestar alguno quise inventar alguna excusa posible para irme del lugar.
—Necesitaba refrescarme un poco —comenté y sonreí para él. Apreté mis labios al mismo tiempo que lo hacía con la tela de mi blusa y las manos de Taehyung tomaron las mías para besarlas y dejarme confundida.
—Jimin nos está esperando, he estado anhelando esta noche por mucho tiempo, ¿sabes? —confesó mientras me veía a los ojos como si tuviese ante él el mejor dulce que lucía tentativo para su boca. Mojó sus labios con ayuda de su lengua y entrelazó nuestras manos para dejar el lugar. Conocía a Taehyung y su rostro me decía más de lo que puede hablar.
Estábamos lejos de casa y aunque le pidiese volver tardaríamos horas en hacerlo. Aceptar la idea de permanecer una noche con ellos y probar cosas que jamás he hecho era tentador, como la idea de quedarme encerrada en mi habitación mientras mis hermanas disfrutaban de su vida y mi madre se daba tiempo para ella misma tenía el mismo valor, o quizá menos que la propuesta del castaño. Nunca antes lo había visto tan interesado y lo que comenzó siendo una broma pronto estaría por acabar en algo más certero y posiblemente en arrepentimiento. El frío de la noche nos azotaba con ferocidad y hacía que nuestros cuerpos pidiera a gritos entrar en calor lo antes posible y para nuestra buena suerte, el lugar que había rentado por unas horas quedaba lo bastante cerca en donde tomábamos una dulce taza de café.
Las luces nos recibían y el aroma a lavanda nos hacía sentir en casa, nuestra habitación fue designada y como si mi vida pasara frente a mis ojos en un segundo me vi desfallecer delante de ellos ante mi inseguridad. Me escondí en el baño y peiné mi cabello las veces que fueran posibles, como también contaba del uno al diez y trataba de memorizar las cosas que habían a mi alrededor, mientras escuchaba claramente como el sonido que generaba sus labios al unirse en un fugaz beso y cuando el silencio reinó decidí salir y caminar hacia la cama siendo un manojo de nervios. Esta vez, Jimin era quien ocupaba el baño.
—¿Segura que estás bien? —se despojaba de su abrigo seguido de sus zapatos para caminar por la habitación y cerrar las cortinas. —Has estado muy nerviosa y para serte sincero últimamente has estado más callada de lo usual, ¿hay algo que no sepa? —maldije mentalmente lo perspicaz que era y deseé que no lo fuera por un momento.
—Sólo estoy nerviosa —jugué con mis manos desviando la mirada.
—No te obligaré a hacer algo que no quieres, lo sabes —sostuvo mi mentón con sus dedos y el tacto sobre mi piel me hacía dormir. —Pero he de admitir que me emociona la idea de que hayas llegado hasta tan lejos —su aliento se mezclaba con mi respiración y por inercia cerré mis ojos al sentir sus labios sobre los míos.
La comodidad que me brindaba la cama se ajustaba en el momento exacto en donde me dejaba caer lentamente sobre ella y sin pensar con claridad envolvía mis brazos por su nuca. El cosquilleo sobre mi cuerpo no me permitía pensar y había olvidado la textura de sus labios y lo rápido que me atrapaban. Me sorprendí al sentir su mano vagar por debajo de mi blusa, más no le tomé importancia y al ver como intensificábamos el beso me vi obligada a separarme. Le vi sonreír y acariciaba lentamente mi mejilla para después besar mi cuello, la puerta del baño se abrió de par en par y nos exaltamos ante la voz del rubio en donde mostró más interés que enojo.
—¡Tae, no pueden iniciar sin mí! —corrió hacia la cama y atacó los labios del castaño que a comparación mía no era un beso delicado, era obsceno y desde abajo veía como se daban placer. Las manos de Taehyung tomaban con fuerza el cabello del rubio haciéndole arquear la espalda y entendí que sus juegos eran diferentes a los que una vez practiqué con el castaño.
—¿Te diviertes? —preguntó con sorna mientras los dos se despojaban de sus prendas. Mi corazón palpitaba rápido y a diferencia de ellos era la única que aún mantenía la mayoría de su ropa puesta.
—¿Puedo besarte? —el rostro de Jimin permanecía lo suficientemente cerca al mío y al responder "claro" depositó un casto beso para sonreír después. —Eres muy tierna, Hye —no mostraba señales de querer sobrepasarse, sin embargo, sus besos eran lentos y cortos.
La escena resultaba tentadora ante cualquiera, la mirada lasciva de Taehyung me abrumaba y perdía la cordura con el pasar de los segundos. Mis manos permanecían en reposo sobre mi pecho mientras cubría mis senos y tomaba el papel de espectadora. Con sigilo volvía a acercarse el rubio quien me dedicaba una vista de su cuerpo semi desnudo y volviendo a pedir permiso besaba mis labios de manera precisa. Como si hubiese recibido una bofetada de mí misma volví a mis sentidos y grité negándome por completo a hacer lo que me pedía.
—¡Tiempo fuera! —negué repetidas veces y me incorporé mejor sobre la cama. —No puedo seguir, quiero detener esto justo ahora —me aferré a mi blusa como si mi vida dependiera de ella. —Quisiera dormir, no me siento bien.
—Espérame afuera, iré en unos minutos —pidió Taehyung. —Debiste decirme al comienzo, que no querías hacer esto —no lucía enojado, más bien todo en él emanaba preocupación. —¿Qué parte del cuerpo te duele? ¿Debería llamar a tu madre? —preguntó mientras tomaba el móvil.
—No hace falta, sólo ha sido un pequeño dolor de estomago —mentí. —Deberías ir con Jimin, ¿podrías decirle que no se sienta mal? De seguro ha de pensar que hizo algo malo —tras las últimas palabras vi como Taehyung desaparecía de la habitación.
Y la semana culminaba una vez más con llamadas perdidas de Jungkook.

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mr dick ©jeon jungkook.
FanfictionElla no sólo caería ante sus encantos. -jeon jungkook. -lenguaje vulgar. -contenido adulto. #1 Btskpop. [07.07.20] #1 Jeonggukie. [11.07.20] #1 Jeongguk. [25.08.20] #1 Jungkookbts. [17.09.20] #1 Btsjeongguk. [19.10.20] #1 Jin. [03.12.20]