El vestido se deslizaba con facilidad hasta caer por completo al suelo, el delinear de sus dedos sobre la piel eran lentos y precisos y abría ligeramente su boca para dar inicio a un candente beso. Sus manos jugaban con las hebras de su cabello y se tomaba el tiempo de atacar el cuello para subir por el camino de besos y dar en los belfos. Un jadeo proveniente de él fue audible y como si estuviese avergonzado ante dicho sonido soltó una risa y pidió ayuda para deshacer su camisa. La temperatura incrementaba en cada roce y al estar desnudos los cuerpos se hicieron solo uno e iniciaba una batalla lujuriosa.
—¿No crees que esta película es algo erótica? —preguntó Taehyung al ver como los protagonistas creaban una escena de sexo. —Sus besos son apasionados, pero el chico tiene otras intenciones —analizaba cada parte y no dejaba escapar algún detalle.
—Tú fuiste el que decidió ver la película, no te quejes —reí al verlo sumergido en sus propios pensamientos sacando sus conclusiones. —¿Quieres más cerveza? —pregunté.
Vi como negó y me encogí de hombros, sí, efectivamente resultaba más entretenido estar en casa. Después de permanecer en aquel salón rodeado de gente importante, Taehyung había sugerido escaparnos dando con el lugar menos remoto; mi habitación. Nuestros planes eran sencillos y aunque seguramente nuestras madres esperaban una respuesta, darla sería demasiado pronto. Recogí mi cabello y removía el maquillaje que usé, el castaño yacía sobre el suelo y en compañía de su última lata de cerveza y un cigarrillo disfrutaba la película más que nadie.
Mi habitación se sentía más fría de lo habitual y se debía al las ventanas abiertas de par en par que, con ayuda de ellas se disimulaba el olor a humo que expulsaba el castaño. Su imagen arreglada y pulcra se echó a perder en sólo segundos cuando atravesamos la puerta de mi estancia; su corbata al suelo, su abrigo sobre la cama y los botones de su camisa se mantenían desabrochados. Tomé asiento a su lado y arrebaté de sus manos el cigarrillo que conducía directo a su boca y, me fulminó con la mirada.
—¿Desde cuándo fumas? —interrogué curiosa y al ver su apariencia tímida que ha tenido siempre, le vi sonreír y expulsó el humo en todo mi rostro haciéndome toser.
—Es mi primera vez —su aliento se mezclaba con el alcohol y el tabaco para después sentirlo muy cerca mío. —La verdad se siente muy bien, pero es algo que no haría seguido —dio la última calada y sacudió su cabeza para ambos lados.
—¿Ya estás ebrio? —reí y me dejé caer sobre sus muslos para verle desde abajo. —Además de ser un oso cariñoso no puedes soportar ni una pizca de alcohol —mi risa se unió con la suya y cerré mis ojos al sentir como sus manos acariciaban mi cabello.
—Sigues siendo la misma chica de la cual me enamoré —abrí mis ojos dando con su mirada melancólica y siguió. —Alegre, sensible a los halagos y por supuesto tímida —mi corazón latía con fuerza y el rojo de mis mejillas incrementó y aunque sus manos jugaban con mi cabello había cierta timidez en cada toque. —El único que cambió fui yo, mírame... ahora me gustan los chicos.
—¡Hey, no hay nada de malo con eso! —me levanté de golpe y contemplé como las lágrimas bajaban por su mejilla. —¿Por qué lloras? ¿Te duele algo? —acuné su rostro en mis manos y no supe reaccionar ante la situación.
—¿Crees que soy normal? —retiró mis manos y besó las mismas para echarse a llorar. —Aunque no viva con mi padre, me gustaría ser aceptado por él, conseguir la aceptación de las personas es tan difícil.
Me quedé en silencio, las palabras no salían y sentía que no eran necesarias. Una llamada para luego dar con una visita después de tantos años al saber que su hijo había regresado al país fue el detonante del estado actual de Taehyung. Los secretos con su padre siempre estuvieron presentes, el miedo al rechazo y a la decepción estuvieron latentes hasta ahora. La relación no fue buena y tenía conocimiento por el tiempo que permanecí a su lado y cuando su hijo mayor se enteró de la aventura que tenía se juró así mismo no seguir los pasos de su padre, aún así, esperaba algún día ser envuelto en un abrazo y escuchar dulces palabras provenientes de él.
El alcohol surgió efecto y sin darme cuenta mis manos estaban empapadas de sus lágrimas y su rostro permanecía hinchado y rojo. Lo atraje hacia mi cantó y lo abracé, ahogaba sus gritos en silencio y el nudo de su garganta le impedía respirar con normalidad. El lacio de su cabello me permitía deslizarme con facilidad entre cada mechón y jugar para tratar de controlar. Cuando sus orbes dieron con los míos supe que tan rota se encontraba su alma.
—Tú eres tú, Taehyung —sonreí y de repente las lágrimas empezaban a bajar por mi rostro. —Estoy feliz de haberte conocido y sin importar lo que eres hoy día sé que eres una gran persona, desafortunadamente tu padre no se da cuenta de lo genial que eres —con el dorso de mi pulgar removía suavemente sus lágrimas. —Tu orientación no es el problema, el problema son aquellos que no entienden que somos libres de amar a quienes queramos.
—También estoy feliz de haberte conocido, Hyecchi.
Las luces se apagaron y el cuerpo del castaño descansaba sobre mi cama. Removí el paño sobre su frente y tomé nuevamente su temperatura y para su suerte había bajado. Acaricié su rostro y acomodé mejor su cabeza, el beber y el llanto ocasionó que se sintiera mal por unas horas. Miré la hora y era tarde, lo suficiente para saber que mi madre y mis hermanas no regresarían hoy a la casa y, me relajé al saber que estaríamos solo nosotros dos. El brazo de Taehyung me detuvo antes de que fuera por más paños fríos y me sonrió.
—Lamento haberte puesto en esta situación, Hyecchi —susurró y desvió la mirada al sentir que nuevamente lloraría. —Ven a dormir, ya no necesitas preocuparte por mí.
Me introduje en la cama y abracé su cuerpo, acto que también imitó y beso mi cabeza para susurrarme palabras que fueron inaudibles para mí. Podía escuchar sus latidos ir a toda velocidad y el respirar con dificultad. Suspiré con fuerza y me escondí bajo las sábanas sintiendo la calidez de nuestros cuerpos y la temperatura nuevamente incrementaba. Asomé mi cabeza y vi como el castaño trataba de dormir pese a la incomodidad de nuestras posiciones; la cama no nos favorecía en ningún aspecto.
—Estoy ansioso, mañana veré a Jimin —movió su cabeza con felicidad y después de un beso en la mejilla ambos nos fuimos a dormir.
Nuestro beso era el último en la lista y supe en el momento que Taehyung empezaba a verme con otros ojos, era su recuerdo más preciado y alguien más ocupaba el lugar que tuve en el pasado. No, alguien más le daba la libertad que yo algún día le di.
Porque al igual que todos, alguien fue su primer amor.
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mr dick ©jeon jungkook.
FanfictionElla no sólo caería ante sus encantos. -jeon jungkook. -lenguaje vulgar. -contenido adulto. #1 Btskpop. [07.07.20] #1 Jeonggukie. [11.07.20] #1 Jeongguk. [25.08.20] #1 Jungkookbts. [17.09.20] #1 Btsjeongguk. [19.10.20] #1 Jin. [03.12.20]