Baby Vex

El sueter de Molly.

No salí de la habitación durante un par de días.

Recuerdo que los gemelos se metían a la sala común para estar un rato conmigo, un día de esos les dije lo de Draco, fueron los primeros en saberlo.

Parecían enojados conmigo cuando les dije, pero pasaron solo cinco minutos para que después estuviéramos viajando con la hierba de Neville.

Estaba caminando cerca de las escaleras movedizas con Draco, nos estábamos riendo y criticando estudiantes. Pero en ese momento estaban bajando las escaleras los gemelos.

—Monstruo.—Exclamó Fred, que en ese momento saltó del primer escalón hasta querer llegar al último, pero su hermano también hizo lo mismo.

Cayeron de cara contra el suelo, George sin querer cuando saltó le metió el pie, provocando así que el también cayera.

Me empecé a reír como loca, Draco igual, en ese momento también venía Ron con un paquete, no era una caja, solo estaba envuelto, cuando llegó escuche su risa.

—Vex.—Llamó mi atención entre risas—Mi madre te manda este regaló. 

Los ojos de Draco se pusieron blancos cuando me acerqué a Ron, pero aún así se seguía cagando de risa por los gemelos, decidieron quedarse acostados uno encima del otro mientras movían los piesitos. 

—Gracias.

Cuándo tomé el paquete lo sentía un poco "suave", era lo que esperaba, en el momento en que le quité la envoltura vi el color rojo/tinto y una "V" en medio, sentía que mi interior explotaba de felicidad cuando lo desdoble.

Quería gritar.

—¡Mierda!—Hablé, Ron fruncio el ceño—Dios, ¡gracias!

En ese momento di un saltito, Ron se rió y me le dejé ir.

Comencé a darle besos en la cara, estaba abrazado de él, la cara de Draco quedó quieta, miraba a Ron de manera ogt.

Me emocioné que cuando me separe de Ron quedo rojo como un tomate, pinche nervioso. 

—Pontelo monstruo.—Habló Fred.

—Si monstruo, queremos verlo puesto.—Siguio George.

Me quité el del uniforme y me lo puse en verguiza.

—Te queda bien el rojo.—Exclamó Draco.

Sentí mariposas... asquilin otra vez.

—Todo me queda bien.—Le sonreí.

Los gemelos asintieron.

—Mamá tiene buen ojo.—Reclamó Ron.

Estaba a punto de reírme por los nervios, pero me mantuve con la mirada en los cuatro.

—Ya levántense de ahí, malditos cochinos.

Los gemelos rieron.

La mirada de Draco en ellos era una mirada asesina, el cabron los seguía con la mirada mientras que yo me aguantaba la risa.

Él me dio una mirada cómplice, creo que ya sabía lo que me esperaba en la noche. :)

Cuándo todos se fueron Draco se acercó. 

—No me gustó que hicieras eso con Weasley.

—Podrías dejar tus celos de lado. -Frunci el ceño-. Ahora mira el cabello de ese chico.

En cuánto le dije giro el rostro buscando al vato.

—Perro chismoso.—Me reí.

—Tienes que enseñarme a hablar en español pequeña, tus palabras me confunden.—Se acercó a mi rostro y me mordió el labio.

—Que pedo.—Exclame.

El solo se empezó a reír como pendejo. Y en ese momento le pegué en el abdomen, no se movió ni nada, estuvo duró.

El me miró y me tomó de la cintura, pucha quédate quieta, pensé. 

—Vayamonos de aquí.—Me jalo a el y nos dirigimos a la salida para salir al aire.

Seguia haciendo frío, así que podía seguir teniendo el sueter sin pedo alguno. 

—Esta cosa es suave.—Exclamó cuando puso si mano en mi hombro.

—Si, me mantiene caliente.

Mala selección de palabras.
El me miró y en ese momento me pegó a una de las paredes justo antes de la salida, mi espalda ya estaba harta.

—Mierda Draco.

—Caliente me dejas a cada rato.—Atrevido mierdero.

Me reí. 

Se acercó y me besó, pero en ese momento iba entrando Pansy, la reputa madre.
Sentí un estirón por parte de Draco, como si lo jalaran, abrí los ojos y vi que Pansy lo traía agarrado del suéter por la espalda.

Sentí mi interior arder, aparte de que si decía algo tal vez no sería bueno.

—¡Que mierda Draco!—Gritó, su voz se escuchó chillona. De esas insoportables.

—Sueltame Pansy.—Exclamó él.

Pansy me miró enojada, está wea realmente se metía en peleas por vatos. Literal. 

Se acercó a mi y me cacheteo, sentí caliente el cachete pero sin tanto dolor. Me lo podría merecer por su cuello roto.

—Eres una mierda.

—Me lo han dicho.—Exclame. No mentiría ante éso.

Draco la tomó del brazo y la jalo lejos de mí, yo no le gritaba ni diría nada.

—Draco. -Se escuchó como si quiera llorar-. En serio me haces esto.

Sentí lástima por ella, el cómo se tenía que comportar por un hombre, dignidad, fue lo primero que pensé.

Comenzó a gritar, no se le entendía lo que decía, y Draco me miraba con cara de desesperación. Todos se acumularon,  siempre chismosos.

—¡Cállate!—Le grito Draco.

—¿Porqué? ¡No quieres que nadie de enteré que te acuestas con la hija del profesor de posiciones!—Soltó todo.

Me le quedé viendo mientras apretaba mi varita en mi mano, Draco se veía más enojado, de los que escucharon fueron Harry, Her y Ron. A lo lejos ella me buscó con la mirada.

Cuando me encontró me lanzo una mirada reconfortante, no se veía enojada, aunque yo sabía que si lo estaba por no decirle.

—¡Vete a la mierda!—Grito Draco y camino hacia mí.

Me tomó de la mano con fuerza y salimos del colegio, se veía tensó, su respiración era pesada y tenía la mirada fija al frente mientras caminaba, ahora todos lo sabían.