Baby Vex

Pense formar una familia

23 de marzo.

Dos días y mi cumpleaños llegaría en esa realidad.
Era sábado, lo sentí aburrido.

Estaba leyendo en mi cama, me sentía relajada y neutra.

Tocaron la puerta.

—¿Quién?—Esperaba que me dijeran "Yo" pero en vez de éso...

—Tus futuros esposos.—Exclamaron los gemelos.

Abrí la puerta.

—¿Qué mierda quieren?—Pregunté.

Ellos con las manos en sus espaldas se pasaron galleones, hijos de puta.

—¿Ahora de que apostaron?

—De qué nos daría la bienvenida de la manera más amorosa que existe monstruo.—Reclamó George.

—¿Quién ganó?—Me cruce de brazos en el marco de la puerta.

—Obviamente yo.—Respondió Fred.

Me reí.

Pasaron a mi habitación y estaban muy calmados, en su idioma eso era peligro avecinandose por parte de los pelirrojos.

—¿Qué hicieron?

—¿Porqué haríamos algo Vex?—Fred se paró al lado de mí.

George siguió pero se paró del otro lado.

—Tenemos que llegar a tu mansión Zabat.

—¿Pero que mierdas dices George?

—Tu cumpleaños es hasta el lunes Vex, no podemos hacerla ese día, será desde hoy y terminará mañana.—Sonrío Fred.

Era impresionante el como para las fiestas si ponían todo el desempeño requerido.

Negué con la cabeza.
—

No.—Sonreí y me volví a la cama.

Ellos se miraron, se vendría algo bueno con eso.

—Porque tu lo pediste.—Exclamaron al unísono.

Sin tan sólo ponerme un zapato con un traslador que curiosamente tenían estábamos en la fachada de la mansión.

Malditasea, ¿ésa era mi casa? me pregunté varias veces, cuando llegué aquí estaba tan en shock que no me dio tiempo de procesar en donde estaba, me empeñaba en darme cuenta que todo era real pero no husmie ni un poco la mansion como tal.

—¿Ya estuvieron aquí verdad?—Cuestioné.

Se miraron:
—Fuimos tus organizadores Zabat, era necesario estar aquí.—Recuerdo que solté una carcajada estruendosa.

Asenti cuando me sonrieron.

Prácticamente la mansión estaba abandona, sin nadie, ni Snape ni yo íbamos y tampoco puse que ahí estuvieran elfos mientras que estábamos fuera. Así que era una mansión victoriana abandonada con la mano de gato de los Weasley.