Tirania Weasley.

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Cada mirada entre los tres se significaba algo, un porro, o un momento de placer ya que ya conocíamos lo que queríamos.

—Monstruo hoy solo conmigo.—Sonrío George.

Les mentiría si les dijera que le dije que no;
—Busca una sala—.Le guiñe el ojo y el me tomó de la cintura.

De los gemelos Weasley George siempre fue mi favorito, no los comparare porque no hay uno mejor que el otro pero George siempre fue mi preferido, sabía lo de Fred y Angelina todos lo sabían, pero George. Solo diré que él sinceramente es un alma más pura que Fred.

—Zabat.-Escuche detrás de mí, era Draco-.Necesitamos hablar—.Miró las manos de George y se rió.
—Mejor no te molestó.—Se dio la vuelta y desapareció.

George se rió en lo más bajo y sentí algo, no faltó mucho, había visto a Draco tocarle el culo a Pansy horas antes, notó mi presencia y aprovechó.
Jugariamos lo mismo.
—A la mierda, George.‐Me interrumpió-.Tranquila princesa, él no sabe lo que se perdió, quien mierda podría besarse con alguien más cuando te tiene a ti, es un idiota.

Me hizo sonreír.

—No vuelvas a hacer eso.—Lo golpeé en el pecho.

—¿Porqué?, sale tu perra sentimental.—Recuerdo que nos reímos y el me pegó a su cuerpo, me dio un besó, uno con amor y sentimiento.

Te quiero George.

Me separé de él, el amor era mucho para mí.
—A lo que venimos.—Exclame y el sonrió a los cuatros vientos como imbecil.

Bien, lo más cercano a una sala bonita fue a una habitación con mucho polvo, eramos descerebrados y hormonales que no importaba el lugar o como mejor dicen "No es el lugar, es la persona", sacudió un poco y me cargó en él.

Diré una palabra muy cringe para mí, nunca me ha gustado decirla me da vergüenza y pena ajena como no tienen una idea, pero esa fue la única vez que se hizo lo llamado "Amor".

Fue rudo pero a la vez tranquilo. Todos eran diferentes. Todos eran buenos.

—Tiranos.

—Perra.—Fred con su mano se dio palmadas en sus piernas en forma de sentarme en ellas, George se rió.

—Ten.

—¿Hace cuánto lo tienen?, no he fumado en días.—Le di una calada al porro.

Nunca fumen en la biblioteca, no al menos si es la hora más transcurrida en ella.

Dolores nos vio.

—Pero que insolentes estudiantes.—Exclamó y camino.

Tosi y me reí al mismo tiempo, los gemelos se miraron y Fred me quitó de encima de él.
—¿Insolentes?–Pregunté con la ceja arqueada–Insolente la maldita perra que la parió, y maldita queda usted por al menos dirigirme la palabra.

Le di el porro a Fred y los dos se me quedaron viendo asombrados.

Estaba tensa.

Enojada.

Triste.

Un pene ayuda sólo un límite de tiempo.

—Es la última vez que soportare ese comportamiento.—Levantó su varita.

—¿Qué hará? Expulsarme, intente poner un pie en la oficina del directo dumbledore y todo caerá en caos, profesora.-Sonrei-.En esta escuela si existe dios, y le tengo una sorpresa, es Mujer.—Le guiñe el ojo y la aparte de mi caminó, me volví más impulsiva.

Draco me mantenía a raya cuando la sobrepasaba, los gemelos eran igual que yo y eso era lo que podría estar destruyendo la poca cordura que alguna vez tuve.

Mi cabello cayó por mí rostro al quitarme la coleta, esté estaba ondulado y se esparció por todo el aire, varios mechones cayeron por mi rostro y mis piercings adornaban aún más mi retrato ante los demás.

—¿Les gustó el show?—Grité.

Algunos sonrieron, otros no dijeron nada y los gemelos se levantaron de su asiento.

—Pues bien porque ya terminó.—Salí de la biblioteca con una ligera liberación en mi, la capa se movió hacia el lado derecho y la tomé con bruscalidad, la acomode sin voltear atrás, sin ver que pasaría con los gemelos o sin escuchar las gritos de dolores.

Tenía que seguir las reglas en Hogwarts de éso siempre estuve atenta, pero ya no quedaba mucho por lo cual seguir en la raya, todo comenzaba a oscurecerse y convertirse en diversión pura.

—¿Por qué hiciste éso?

—¿Ahora te importa algo de lo que haga, Tom?—Chasque la lengua.

—Siempre fue así.

—Deja de esparcir mierda, mantén tu maldita boca cerra y disfruta del show, Dolores caerá y tú estarás feliz.—Pasé mi dedo por su labio inferior.

—¿Porqué dices eso?—Sonrío cínicamente.

—Porque se que te gusta ver a la gente hundida en su desesperación, Tommy.—Para él un apretón de huevos le hubiera ardido menos.

Me tomó del cuello y me empujó a la pared más cercana.

—Sigues teniendo ese efecto en mí.—Lamio mi mejilla.

—Estoy con los Weasley ahora Tom, ¿Lo jodera?

—No estás con nadie ahora estupida, eres libre.

—Siempre lo fui amor, pero ahora es tarde para ti.—Lo besé un poco.

La primera vez que lo besé yo y el lo aceptó, la cordura me la quitó el ahora no miento.

—Observaras como nos pudriremos en el infierno.—Susurró.

Lo tomé de las mejillas y lo acerque a mí,—No me llevarás contigo Tom, caminare en la soledad en aquel lugar caliente lleno de demonios, cada uno por su caminó.—Le guiñe el ojo.

Me metí con su ego de la mejor manera posible.

—Al menos caminaras sola.—Sonrío.

Lo cachete. Tronado que sonó, el me la regresó y fue tóxico la manera en como nos buscamos después de tanto vergazo.
—Puta masoquista.—Me susurró.

—Maldito débil.












Los tiranos explotaran tu cordura, tú explotales el pito.

¿Vex supremacy llegará para quedarse?


Baby VexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora