Sayayin.

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La diversión comenzó.

Fred golpeó en la cara a Tom.

Edmund golpeó a Cedric.

Yo golpeé a Pansy.

Fue una guerra silenciosa en el bosque prohibido ya que Marzo inicio con vergazos.

George grito.

—Metele la mano en el trasero hermano.—Recuerdo que me reí y me gané un golpe de Pansy en el hocico.

Draco veía sin hacer nada, estaba esperando a que Theodore hiciera el primer movimiento, éramos de acechar a la presa para al final poder comernosla.

Pansy intentó sacar su varita, mal movimiento.

Le mordi la mano h la varita cayó al suelo, mire detrás de ella y había una raíz sobresaliente de un árbol, la empujé con fuerza y ella cayó de espaldas, tomé la varita en el momento en que sentí la última rasguñada de Pansy en mis brazos.

Rompí su varita.

Estaba tensa y sudando, la verdad no se porque se iniciaron más peleas pero yo me iba a los vergazos después de analizar un poco.

Escuche un crujido detrás de mí.

Daphne, Daphne, ¡DAPHNE!

Me tomó del tobillo e hizo que callera me espaldas, las ramas y pequeñas espinas de sintieron en mi cuello.

Recuerdo que estaba a punto de pronunciar Crucio, que mierda pasaría después de eso, Draco llego empujándola con su cuerpo, aquí la igualdad era por igual.

Cuando ella cayó al suelo Draco se acercó a mi, no fue tan rápido como la roca que me cayó en la cara.

Todo se tornó oscuro.

Mi cuerpo se sentía cansado.

Ya no sentía las espinas en mi cuello y las ramas.

Sentia suave mi cabeza y esta me dolía.

Abri los ojos lentamente, ya no estaba en el bosque.

La puta madre que me parió.

Estaba en la enfermería, con Mandame Pomfrey a mi lado derecho escuchando los latidos de mi corazón.

Me asustó la vieja, estaba a escasos centímetros de mi rostro.

—Que bueno que ya despertó señorita.—Exclamó y caminó con rapidez del otro lado de la cama.

Sentí mi frente palpitar y mi nariz con dolor.

—¿Que hago aquí?—Entrecerre los ojos.

—Una piedra golpeó su rostro, tuvo suerte te quedar con su ojo.

Gracias vieja eso me alegra.

Toqué mi nariz, sentia sangre seca.

Me la limpió o que.

Las puertas se abrieron, la señora hablaría pero la voz de Draco se escuchó. 

—Mierda .-Exclamó, la señora lo vio con ojos saltones- .Perdón, es bueno que ya despertarás.—Susurró.

Tomo mi mano y se agacho en la camilla.

—¿Que mierda hago aquí?—Pregunté cuando madame Pomfrey se alejó.

—Pansy te lanzó una roca en el rostro, te desmayaste.—Senti su mano acariciar mis dedos.

—A alguien no le bastó el cuello roto.—Torci los ojos.

—Ya estas bien, no pienses en otra pelea ahora, castigaron a los demás que estuvieron en el bosque por incumplir las reglas.

—¿Y que haces tu aquí?

—Me escabulli del castigó.—Recuerdo que mi lado madre saldría y lo regañaria pero el ya se lo sabía, acercó sus labios con los míos y me besó.

Sentí la falta de estos.

—¿Cuánto llevó aquí?—Pregunté cuando se alejó.

—Cinco días.—Exclamó.

Casi grito cuando dijo cinco, crei que estaba jugando.

—No jodas Draco, dime la verdad.

—Esa es la verdad, casi te quedas sin ojo, fue un problema traerte aquí, pensé que te morias en mis brazos.—Giró su rostro.

—Tuvo miedo el pequeño.—Hablé con sarcasmo. 

Levanto su mano y me apretó en donde tenía la raja de la herida, sentí un pulso ahí.

Trate de golpearlo pero no tuve fuerza.

—Come esto.—Acercó una gelatina a mi boca.

—No me gusta esa mierda Draco.

—Tienes que comer algo, dios, después me dices la mierda que quieras pero ahora come.—Puso una cucharada en mi boca hasta que la abriera.

Draco preocupándose por mi era arte.

Mientras Draco me alimentaba pensé en que había perdido cinco días de estar allá, cada vez menos tiempo y yo con mis pemdejadas.

La única vez que Draco salió fue para hacer del baño, recuerdo que madame Pomfrey se acercó y me habló.

—Es un buen muchacho .-Susurró- .Vino todos los días desde que te trajeron aquí y no se fue ni para dormir.

Sentí amor en mi interior de solo imaginarlo.

Tuve sólo unos segundos de silencio, llegaron los gemelos.

—Maldición, creí que nunca se iría.

—Tranquilo Fred, solo piensa en la expresión.—Respondio George.

—Hola.—Respondí con una sonrisa borracha.

—Estuvimos preguntando tu color favorito Vex.

—¿Porqué?—Me reí.

—Era para las flores de tu funeral.—Exclamo George.

Me reí fuerte.

—¿Que quieren?

—Mamá quiere que vayas a la madriguera, por allí se escuchó el rumor de que estamos cerca de tú cumpleaños.—Sonrió Fred.

Recuerdo que me quedé quieta. 

No sabia que responder, odiaba los cumpleaños.

—Vamos Vex, estamos cerca del 25 de marzo, una nueva fecha para nuestra agenda de cumplimiento.—Se sentó George en lo que quedaba de la camilla.

Me lo pensé un poco.

—Sería una semana después de ese día.

—¿Una semana después?—Arque una ceja.

—Acordamos hacer una fiesta en tu mansión el fin de semana.

El corazón se me paró. 

No pude responder nada Draco había llegado y ellos de despidieron sin tan solo responderles.

—Te vemos en la madriguera.—Gritaron.

Vi los ojos de Draco, le ardió hasta la garganta.

Cuando llego juntó a mi estaba consciente que los gemelos seguían ahí, aprovechó el momento y me besó apasionadamente.

Agradable pero celoso.

El maratón terminó como mis deditos, espero que llenaran todo de comentarios porque estoy muerta.

Las quiero.




Baby VexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora