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Atsushi estaba en un gran problema, ¿cómo había terminado así? Claro, lo recuerda.

Su misión era fácil, ayudar a una señora embarazada a hacer unas compras especiales, la mujer de ya 9 meses tenía a otro bebé de apenas un año. Así que necesitaba ayuda, la agencia se los dejó a Atsushi, por esponjoso y protector, pero el no tenía experiencias con niños, a lo que fue peor. La madre comenzó labor de parto.

Así que allí estaba Atsushi con un niño de apenas un año que no paraba de jalarle el cabello. — por favor Yume, deja mi cabello

— gaito gaito

— no soy un gatito...

Siguió jalando su cabello, cuando un doctor salió, le explicó a Atsushi que la mujer había tenido que ser operada pero que todo estaba bien.

Como la mujer había recurrido a la agencia por no tener familia, Atsushi tomó la maleta del pequeño Yume y fue a la agencia.

En el camino, Rashomon lo encontró. — ¡gatito! — gritó aunque como siempre nadie lo escuchó. Se quedó paralizado al ver al infante en su pecho. — ¿que? Un ¡mini humano!

Llamo la atención de su portador y fue cuando el mafioso lo miró, Atsushi caminaba hacia su dirección, y por algún motivo se sonrojó — Jinko

— ¿eh? Akutagawa, hoy no puedo hacer peleas tengo que — Atsushi se me quedo callado. Yume había tomado la corbata del mafioso

— dile que me suelte

— ya voy — se quejó y tomó la mano de Yume — Yume, suelta al perro

— ¿wan?

— si, al wa wa

— no soy un perro Jinko! — le dijo molesto

— pero pareces

— wan wan! — gritó sonriente

Si, ahora tenían problemas

...
estos capítulos serán muy divertidos...

¡Gracias por leer!

Rashomon ShipperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora