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Una vez que llegaron a china; Rashomon actuó como padre protector, enredándose en Atsushi como si de una pechera se tratara; había tanta gente, y tantos lugares que temió de perder a su tigrecito.

La cabeza de Rashomon se había acomodado en su hombro como un adorno, a lo que los mayores simplemente ignoraron.

Dazai y Chuuya sabían hacia dónde ir, peleaban un poco mirando el mapa pero Akutagawa sabía que eso era normal

Akutagawa aunque sereno, estaba aterrado; si Atsushi lo odiaría por todo aquello, aunque siendo realistas, no lo odio cuando casi lo mata, persiguió, ensartó, y mucho menos cuando le quito la pierna. Quizá el concepto de tolerancia de Atsushi era lo malo.

Como sea, volviendo a su experiencia, Atsushi iba viendo los edificios, estaba sombrado de ver tan altos edificios, y de la nada, un ciervo. Atsushi enloqueció y fue tras el pero Rashomon lo detuvo — Vamos Rashomon, deja al Niño ir — mencionó Chuuya

Akutagawa levantó al menor y le sonrió — ¿Quieres alimentarlo?

— ¿puedo? Si

— Atsushi-kun emocionado me da ganas de vivir — mencionó Dazai — me adelantaré

— cobarde

...

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Rashomon ShipperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora