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Atsushi comenzaba a tener frío en sus manos, el tenerlas en sus bolsillos no era suficiente y su ropa no ayudaba.

El azabache trago saliva, andaban en la calle, y había bastante gente, — Jinko, sígueme — pidió.

Akutagawa lo adentro entre algunas calles y entraron juntos a una vieja tienda de ropa, lo agradable era la calefacción.

Quería darle algo, algo especial, pero de ser algo caro lo seguro era que sería rechazado, pero tenía eso, una tienda de ropa de segunda.

El mayor comenzó buscando algo que cubrirá al albino, mientras el paseaba entre los colgadores, Rashomon los miraba lejos, pero miraba a su portador entusiasmado. Sabía que el podía ayudar y se dispuso a ello.

Aunque Atsushi estaba embonado con algunos accesorios de colección, Akutagawa se dedicaba a buscar algo suave y grueso para calentar al menor.

Rashomon por su lado buscaba cosas coloridas y brillantes.

La dueña de la tienda, era una señora mayor que vio a los tres dando todo de sí y sonrió — Hoy tendré una buena venta

Los chicos se acercaron entre ellos, Akutagawa llevaba un suéter de lana, y Atsushi un cuadro de flores. Ambos se miraron y de sonrojaron

Rashomon llevaba con el una bufanda.

La señora les miró y sonrió — Ustedes se ven lindos juntos

Ambos se sonrojaron y se sonrieron — Te quiero regalar el suéter, ¿puedo?

— lo acepto si aceptas el cuadro

— lo acepto

Ambos se sonrieron aceptando el otro. Rashomon les puso la bufanda y sonrieron. — pagamos

— si, pagamos

Entonces así iban los dos caminando juntos, con la bufanda que compartían. Rashomon iba en medio de una forma pequeña solo para querer verlos. Seguían sonrojados y sin poder verse.

Rashomon estaba alegre

...

¡Gracias por leer!

Rashomon ShipperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora