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Akutagawa despertó después de un poco de agua, Rashomon estaba alrededor del cuello de Atsushi como una enorme bufanda pues incluso tapaba sus mejillas. — Hombre, no puedo creer que cayeras así, asustaste a Atsushi — se quejó Chuuya

— no volverá a pasar — respondió el azabache y miró a Atsushi.

El joven tigre seguía sin verlo, se levantó firme y sin verlos habló — continúelos, vamos al templo

— si, claro

Los tres mayores no sabían que había pasado o por qué Rashomon estaba tan protector, pero sabían que algo había pasado; y la respuesta estaba en Rashomon

Caminaban hacia el tembló, y fue cuando Chuuya se acercó a Atsushi — pequeño tigre

— ¿si?

— ¿porque estás tan serio? Estabas bastante positivó hace unos minutos

— me duele mi pancita

— ¿te duele? ¿Quieres medicamento?

— no, es que... — miró a sus espaldas y miró a Chuuya — me duele cuando miró a Akutagawa

— ¿a el?

— si... Creo que está mandando malas bendiciones, por eso... me duele cuando lo veo

— ¿solo el?

— si

— ¿estás enojado?

— si, el dijo que éramos amigos, y ahora... me duele mi pancita

— ¿Que sientes?

— Que mis tripas se mueven, y mi corazón late fuerte, siento que se va a mi pancita y me arde la cara

Chuuya lo miró, suspiró y acarició su cabeza — pasara pronto

— eso espero...

...

¡Gracias por leer!

Rashomon ShipperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora