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Akutagawa preparaba una pequeña maleta para ambos, Atsushi estaba dando vueltas en la cama sosteniendo su estómago — Hey, ¿necesitas algo?

— Estoy bien, solo, siento mi pancita vacía, y como si tuviera mariposas ardiendo bom bom bom

Akutagawa evitó reír y se acercó al albino — a ver, quieto

Atsushi le miró adolorido, se quedó quieto — ¿serás bueno?

— Muy bueno, ahora, quédate boca arriba

— si

Atsushi obedeció, Akutagawa llamó a Rashomon a su mano, era igual a un guante. Comenzó a pasar su mano sobre el estomago del menor. Atsushi tenía una sensación de calidez y así logró relajarse — ¿mejor? — le pregunto

— si, se siente demasiado bien...

— intenta dormir, seguiré así

— gracias Akutagawa

Con unos minutos de silencio, Atsushi miró a Akutagawa quien continuaba igual. — Oye, Akutagawa

— ¿si?

Atsushi le sonrió — me gusta lo bueno que eres

El azabache se sonrojó — solo con mi hermana y contigo también

— y ¿Kyouka-chan?

— le tengo aprecio por ser mi aprendiz

— ¿Y Kenji-san?

— solo leí con el

— pero parece agradarte

— Algo, lo admito

— ¿y Chuuya-san?

— Es mi jefe, lo aprecio

— ¿y a mi?

Akutagawa se sonrojó — Jinko... Yo... Yo a ti...

La alarma sonó, era el microondas — mi lechita — dijo Atsushi sonriente

— la traeré enseguida

Se apartaron, y el azabache tocó su corazón. No iba a poder negarlo mas

Atsushi recostado tocó su pecho, — las mariposas subieron a mi corazón... — se dijo a sí mismo

...

¡Gracias por leer!

Rashomon ShipperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora