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Ragna había terminado, los sacerdotes habían ido a cocinar, mientras Atsushi le daba agua al pelirrojo y una toalla — Haces cosas impresionantes

— no es para tanto Byakko-sama

— No tienes que llamarme así solo dime Atsushi

— Está bien, Atsushi. — le sonrió — ¿me darías el honor de prepararte un almuerzo especial?

Atsushi le sonrió — si, claro

Ragna puso su brazo — caballero — Atsushi lo tomó y sonrió

— gracias

Fueron juntos a la cocina. Dazai, Chuuya y Akutagawa había sido ignorados. Así que los mayores miraron al azabache con molestia — ¿Q-Que ocurre? Cuando miran así es algo malo — mencionó el azabache con temor

— ¿Porque no haces nada?

— ¿Que?

— Si, ve por el. Ambos sabemos que te gusta muchísimo. Lo estás dejando ir con el enemigo

— un enemigo que le da su pecho y bíceps

— Chuuya, ahora no compitas — decía Dazai — como sea, Akutagawa. Jamás haz sido pasivo. Así que se tu mismo y ve por ese tigre

Akutagawa apretó sus puños y trago saliva — Ese tigre... Es mio


...

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Rashomon ShipperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora