Rashomon Shipper

27.4

Atsushi disfrutaba de un poco de pescado cuando miró a Akutagawa, este estaba de brazos cruzados — ¿no es esto raro?

— es comida gratis

— deja de ser tan mendigo — se quejó — mis jefes no son del tipo que invitan y menos en un lugar así, mucho menos Dazai-san

— ¿Que tiene de malo? Ten buena fe

— Jinko, no entiendes

— explícame — pidió mientras tomaba algo de arroz

— Cuando hacen estas cosas planean algo — se quejaba mientras Atsushi le daba el arroz a la boca. Akutagawa solo reaccionó a comerlo — seguramente algo para sacar información — decía mientras Atsushi le dio pescado — seguramente planean algo — se quejó mientras Atsushi le dio verdura — quizá la comida tenga algo para que hablemos

Atsushi comió de lo suyo — ¿Que querrían de nosotros? ¿Eso tiene sentido?

— no hables con la boca llena

— tú acabas de hacerlo

— yo no — se dio cuenta — ¡JINKO!

— es que no comías, no tiene nada, esta rico — le acercó arroz — come, anda

Akutagawa se sonrojó y abrió la boca, Atsushi le dio amable — lo vez, está rico

Por su lado, Dazai y Chuuya hacían una rara danza de victoria mientras gritaban " ¡UH UH UH UH!"

Akutagawa tomó algo de agua — sigo pensando que no deberíamos Jinko

— si quieres vamos a buscarlos pero quiero el postre

El azabache miró la mesa, Atsushi había terminado con lo suyo y había adelantado a lo de el — ¿cuanto comí?

— abres mucho la boca así que es fácil alimentarte.

— Entiendo, pide tu postre, terminare esto

— uuuy si

Atsushi era amable, Akutagawa lo observaba, el camarero le había traído un helado enorme, sonriente le mencionó que era cortesía el helado extra. Aquello puso molesto al mayor, pero Atsushi disfrutaba de su helado

Cuando terminaron, Atsushi estaba completamente lleno así que caminaron por las calles — ¿seguro que puedes encontrarlo?

— mi olfato no falla

— ya no se si eres tigre o perro

— hey — se quejó molesto — por lo menos le dijiste tigre y no gato

— soy felinos ¿sabes?

— si pero — noto el olor a alcohol y cigarros — ya los encontré

Akutagawa tomó al albino cargándolo estilo princesa — ¿Qu-que haces?

— seguramente no puedes andar, guíame

Atsushi se había sonrojado, guió a Akutagawa encontrándose con Dazai y Chuuya tirados en el techo de un edificio muertos de borrachos, así que terminaron tomándolos y dirigiéndose al auto con ellos en su espalda y Rashomon

En el auto entre ambos comenzaron a acomodar a ambos adultos dejándolos acostados, como no podían acomodarlos bien, dejaron a Dazai abajo y a Chuuya encima — ¿estarán cómodos?

— si — decía Atsushi poniéndoles el cinturón atravesado para asegurarlo

— ¿Quien conducirá?

— yo no sé

— lo haré yo — Akutagawa se sentó para conducir, Atsushi subió al co piloto

— ¿esto es seguro?

— no, ponte el cinturón

Atsushi se puso el cinturón asustado y Akutagawa arrancó, realmente si era buen conductor.

Akutagawa conducía y Atsushi bostezo del cansancio — Jinko no puedes dormir

— lo sé ¿cuantas horas son a Yokohama en auto?

— sin tráfico 1 hora

— ¿Como estuvo tu día?

— ¿eh? Ah... bien ¿el tuyo?

— he estado estresado, ¿sabes? No entiendo esta relación que tenemos

— ¿Que quieres decir?

— ¿somos algo importante? Quiero decir, Rashomon se te descontrola, y ahora me obedece pero también me jalonea

— creo que eres especial y yo soy especial; somos especiales juntos

Atsushi se sonrojó — Entonces... somos especiales juntos

Akutagawa se sonrojó — si, supongo que si.

El resto del camino fue normal. Ambos platicaron de cosas triviales, Rashomon salía de vez en cuando a tallarse en la mejilla del albino y un momento tomó forma de perro para que el albino lo acariciara pero todo era normal.

Al llegar a Yokohama, Atsushi y Akutagawa dejaron al par de adultos en el estacionamiento, el mafioso invito al agente a su casa, allí esperarían a que despertaran los mayores

Por fortuna, Dazai y Chuuya no despertaron en toda la noche, Atsushi y Akutagawa se quedaron dormidos en el sofá recargando sus cabezas juntas.

Rashomon los tapó y les miró — pronto seremos una familia, gatito

...

Si tienen dudas, Dazai y Chuuya despertaron al mismo tiempo gritándose en la cara

Akutagawa y Atsushi amanecieron cómodos. Y felices, Akutagawa le ofreció desayuno a Atsushi; cuando bajaron los mayores ya no estaban en el carro así que cada quien se fue a su trabajo

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