Rashomon Shipper

21.2

21.2

Akutagawa corría detrás de Rashomon hasta que logró acorralarlo en un acantilado cercano al bosque. — Rashomon — le llamó molesto — obedece. Regresa

Atsushi miró el vacío, había agua profunda así que trago saliva — Rashomon, obedece a Akutagawa — pidió el albino

— Gatito estoy protegiendo lo nuestro, mi portador no nos entiende.

Aunque no podían escuchar a Rashomon, ambos no entendían que pasaba. Rashomon se sintió ignorado por su portador así que salto — ¡JINKO! — gritó

Había corrido para atraparlo, quedándose colgando en el abismo, tomando la muñeca del albino. ¿Rashomon? Bueno, Akutagawa se quitó su abrigo mientras corría, con ello Rashomon se desvaneció. — ¿estás bien?

— s-si, e-eso me asusto

— nos levantaré

— déjame ayudarte, no creo que seas tan fuer

Akutagawa dejó firme su mano en el precipicio y con una flexión logró subirlos a ambos. Atsushi se quedó completamente en shock y miró al mafioso — eres fuerte

— más de lo que parezco

— eso es impresionante ¿pu-puedo?

— ¿eh?

— qui-quiero tocarlo

Akutagawa se sonrojó ligeramente, extendió su brazo. Atsushi lo tomó tocando sus músculos — wooow, que macizo

Akutagawa miró al albino, sus ojos parecían brillar — mi espalda está más marcada

— ¡¿eh?! ¡¿Si?! ¡¿Puedo ver?!

— no veo por qué no...

Atsushi terminó tocando la espalda del mafioso y esto por algún extraño sentido lo sentía extraordinario.

Después de separarse ambos se sentían cohibidos y sonrojados. Atsushi tomó el abrigo de Akutagawa y se lo dio. En cuanto se lo puso Rashomon apareció. No se veía feliz. — Rashomon ¿porque hiciste eso?

Rashomon formó un tigre y una pierna, al final un corazón — ¿te gusta jugar con Jinko?

— me gusta Gatito — gritaba Rashomon

— no mr molesta jugar contigo Rashomon pero no puedes poner nuestras vidas en riesgo

Rashomon asintió.

Regresaron a la ciudad. Rashomon llevaba forma de perro parecía que le gustaba, eso y que Atsushi llevaba a la habilidad como si fuese una correa — no vayas a correr de nuevo Rashomon

Atsushi bostezo — a pesar de todo fue un gran día

— si...

Ambos se miraban, sus mejillas estaban ruborizadas.

Rashomon vio un gato y por algún motivo salió corriendo para atraparlo, jalando a Atsushi en el acto — ¡Rashomon! — le gritó de nuevo Akutagawa

El gato los llevó a un callejón donde volvieron a reír, estaban cansados y fue cuando llegó Dazai.

No había pasado nada, nada que deseen contarles a terceros. Era algo de ellos, un nuevo secreto que compartir

...

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