Capitulo 11

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17 de octubre 2018

-Scar toma tus cosas, nos vamos de aquí.- mi hermana no dejaba de llorar tomando su mejilla, la cual había golpeado mi madre. Me acerque a ella y tome su mano. -Ya no pertenecemos aquí, Scar. Este no es nuestro hogar.- ella sollozó aún más fuerte y me abrazo empapando mi hombro con sus lágrimas.

-SERÁ MEJOR QUE SE VAYAN DE AQUÍ EN ESTE MOMENTO, NO LAS QUIERO VER A NINGUNA EN MI CASA.- oí los gritos de mi madre afuera de la habitación, tomé mi celular y busque el contacto de Rick, luego de varios tonos tomo mi llamada.

-Necesito que nos saques de aquí.- él sabía a qué me refería pues ya conocía los conflictos que había en mi casa.

-Ya voy para allí, empaquen solo lo necesario.- colgué la llamada y comencé a empacar solo lo necesario, como había pedido Rick. Scar ya había dejado de llorar pero aún así tomaba su mejilla con la mirada perdida, como si estuviera pensando en algo. Veinte minutos después, Rick me había enviado un mensaje diciendo que ya estaba en el frente de nuestro hogar, si se podía llamar así.

-Vamos Scar, es hora de irnos.- mi hermana tomo mi mano y se posicionó detrás de mí como si yo fuera su escudo. Salimos de la que era nuestra habitación y en ningún momento mire atrás, cerré mis oídos a todos los gritos de mi madre y la imagen que solo removió mis sentimientos fue la de Jason llorando al no entender que estaba pasando y las lágrimas de Richard al no poder hacer nada. ¿Eso era amor? ¿Soportar tanto maltrato de parte de otra persona? Jamás me había enamorado y si de eso se trataba el amor, tampoco quería hacerlo.

-Si salen por esa puerta, jamás podrán volver.- típica frase de padres pero ¿Verdaderamente Kim era mi madre? Esa pregunta siempre estuvo en mi cabeza desde que tengo uso de razón. Ella jamás nos había demostrado cariño como las madres de nuestros amigos, ningún te amo salía de su boca, ni siquiera se lo decía a Richard que era su esposo. -Tu eres la que provoca todo esto, Olivia. Te crees una justiciera y no eres nada, no eres la madre en esta situación.

-Creeme que jamás quisiera ser una madre como tú. No deseo ser una mujer amargada como tú, intoxicas todo a tu alrededor. Pero a nosotras no nos intoxicaras nunca más porque no deseamos estar aquí contigo.- mi madre parecía un dragón hambriento y yo un caballero de armadura brillante. Me acerque a ella para quedar frente a frente. -Lo lamento por mi hermano y por Richard porque volvería solo por ellos, pero ¿por ti? No movería ni un solo pelo.- levanto su mano para golpearme pero yo la tomé antes de que tuviera contacto con mi mejilla y ejerci un poco de presión en su muñeca. -Ni se te ocurra tocarme porque serás lo último que harás.

-Liv es suficiente.- Scar hablo en un hilo de voz y solté la muñeca de Kim. Tome nuestras cosas y dejé todo atrás para comenzar una nueva vida de la mano de mi hermana y de mis representantes. Oí los gritos de Jason llorando pero no mire atrás, lo lamentaba por él y por Richard pero esto era por mi salud mental y la de mi hermana. Rick nos esperaba fuera de su camioneta y al vernos se acercó para tomar nuestras cosas. Scar subió en silencio a la parte trasera y yo fui de copiloto, sentía un gran alivio en mi interior, sabía que no sería fácil a partir de ahora pero haría todo lo posible para no tener que volver a ese infierno.

-Liv ¿Me escuchas?.- Scar pasó su mano por mi rostro soltando una carcajada. -¿En quien estabas pensando, cochina?.- Eben soltó una carcajada mientras hacía panqueques para nosotras. Nos encontrabamos en Los Angeles tomando un descanso del festival y habíamos formado una buena amistad con el rubio presente.

-Esa eres tú, Scarlett.- rodé los ojos y me acerque a Eben. -¿Puedo probar dar vuelta uno?.

-Haga los honores, señorita Cash.- hizo una reverencia y yo tomé el sartén para dar vuelta el panqueque pero no logré hacerlo y las dos personas presentes comenzaron a burlarse de mi error. -Ven, te enseño.- se colocó detrás de mí y puso sus manos sobre las mías. -Tienes estar más relajada y el movimiento esta en la muñeca.- hizo el movimiento y el panqueque voló para luego caer nuevamente en el sartén. -Bien hecho, Liv.- nuestras miradas se conectaron y los dos teníamos una sonrisa en nuestros rostros. Oí como alguien se aclaraba la garganta y al ver en la entrada de la cocina se encontraban los chicos junto a Rick y a Kath, la última observaba la escena con una sonrisa burlona en su rostro.

THE STARDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora