THE STARDOM

Capitulo 34

-Estan locos, sabes que ella dirá que no.- Scar se puso de pie molesta. -¿Tu te enfrentarás a ella? Olivia ni siquiera podrás poner un pie en la casa.

-Quiero que Jason venga con nosotras a Los Ángeles y voy a hacer lo que sea necesario, Scarlett.- también me puse de pie molesta. -Si no quieres ir, lo entiendo pero yo lo haré por Jason.

-Sabes cuáles son mis motivos para no ir allí.

-Y no te juzgo, Scar.

-Yo la acompañaré y hablare con tu madre, no tienes de que preocuparte.- Jonah se interpuso entre las dos intentado calmar el ambiente.

-¿Y piensas que porqué eres tú lo dejara?.- Scar sonrió sarcástica.

-Oye cálmate, no entiendo que te sucede pero no dejaré que le hables así a Jonah.- aparte a mi novio y me enfrente a Scarlett. Entendía que estar aquí no era fácil para ninguna de las dos pero ni Jonah ni nadie tenía la culpa de nuestros problemas.

-Haz lo que quieras pero saldrás peor que hace dos años atrás de ese lugar.- Scar me dió una última mirada y salió de la habitación dando un portazo. Sentí los brazos de Jonah rodearme intentando suavizar la situación.

-Todo estará bien, amor.- intente aferrarme a esas tres palabras pero sabía que Scar tenía razón. Saldría peor que hace dos años. -Tienes que pensar que lograremos tener el permiso de tu madre.

-Lo intento, te juro pero siento que Scar tiene razón. Será en vano.- Jason estos días estuvo con nosotros y en verdad la paso muy bien. Se había hecho muy amigo de Zach y se sintió muy cómodo en los ensayos y también salir de casa. Le prometí que lograría convencer a mamá pero en verdad estaba dudando de mis propias palabras.

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Me encontraba parada en la entrada de l que alguna vez fue mi hogar. Las personas normales suelen recordar la casa donde crecieron con nostalgia y alegría pero ese no era mi caso. Yo solo la recordaba como una tortura y con enojo, no quería entrar y verla pero debía hacerlo por Jason. Debía luchar por mi hermano.

—¿Estás lista?.— Jonah tomo mi mano y asenti. Caminamos juntos hacia la entrada y él tocó timbre para esperar unos segundos a que nos abrieran. Jason apareció con una gran sonrisa y se acercó a mi para abrazarme y luego a Jonah. —¿Están tus padres?.

—Claro, los esperan en la sala de estar.— mi hermano se hizo a un lado para que pudiéramos entrar. Observé el lugar y todo estaba como lo recordaba, fotos colgadas en las paredes (ninguna de nosotras), los abrigos colgados y el pasillo que daba camino a mi antigua habitación o como lo llamaba yo, mi refugio contra mi madre. Jason nos acompaño hasta la sala de estar y ella se encontraba de espaldas a nosotros pero fue como si hubiera sentido mi mirada sobre ella porque a penas puse un pie en la sala, Kim se dió la vuelta para mirarme fijamente.

—Sabia que algún día regresarías.— sonrió satisfecha y yo solo quería borrar esa sonrisa de su rostro. Su cabello estaba mucho más largo y rubio, sus ojos cafés eran fríos como una noche de invierno y su cabeza siempre estaba en alto como si fuera superior a los de su alrededor. —No puedo creer que ustedes sean novios, es bueno verte Jonah.— se acercó a nosotros y abrazo a Jonah que parecía bastante incómodo. Pase por su lado y saludé a Richard que también parecía nervioso con la situación. —Olivia ¿no saludaras a tu madre?.— sabía lo que estaba haciendo. Estaba tratando de dejarme mal vista frente a Jonah pero no lo lograría. Me acerque y sonreí sarcásticamente para abrazarla, algo que ella odiaba eran los abrazos.

—Hola mamá.— me separé de ella y tome la mano de Jonah para tomar asiento en el sofá. —Supongo que ya debes saber porqué estamos aquí.