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Diecisiete días
Parte III

—¿Bromeas? —preguntó Dawn, aunque Chris no podía dejar de pensar que le estaban gastando una especie de broma—Con eso de morir una y otra vez…Oye, ¿y eso hace que todavía lo quieras más? Seguro que sí. Y, ¡oh!, bueno, cuando te desintegras en el fuego… —Cerró los ojos, se puso una mano en el estómago y luego se la pasó por el cuerpo golpeándose el pecho con el puño—Cuando era pequeña mi madre me contaba siempre esa historia.


Chris estaba sorprendido. Echó un vistazo a la terraza atestada de gente
preguntándose si alguien podía oírlas. Y, hablando de desintegrarse, en ese
momento tenía que tener las mejillas rojas como un tomate.

Una campana repicó desde el tejado de la cantina para anunciar el final del desayuno. Chris se alegró de ver que todo el mundo tenía otras cosas de las que ocuparse, como ir a clase.


—¿Y qué te contaba tu madre? —preguntó Chris lentamente—¿Era sobre Zabdiel y yo?


—Bueno, solo lo más destacado —dijo Dawn con los ojos abiertos—¿Cómo
es? ¿Como un sofoco? ¿Como esos que se tienen en la menopausia? Bueno, no es que piense que tú puedas saberlo, claro.

Jasmine le dio un golpecito a Dawn en el brazo.

—¿Te das cuenta de que estás comparando la pasión desenfrenada de Chris con un sofoco?

—Lo siento—Dawn soltó una risita— Estoy fascinada. Parece tan romántico y extraordinario. Te tengo envidia sana, ¿eh?

—¿Me envidias por tener que morir cada vez que intento estar con el chico de mis sueños? —Chris se encogió de hombros—En realidad es una mala pasada.

—Eso se lo dices a una chica cuyo único beso hasta el momento ha sido con Ira Frank, el del Síndrome de Colon Irritable —dijo Jasmine señalando a Dawn con gesto burlón.

Al ver que no se reía, Dawn y Jasmine se echaron a reír de forma aduladora, como si creyeran que Chris simplemente estaba siendo modesto.

—¿Y qué te decía tu madre exactamente? —quiso saber Chris.

—¡Oh, lo de siempre! Que estalló la guerra, que toda la mierda saltó, y
cuando desde las nubes quisieron poner fin a todo aquello, Zabdiel se puso del palo: « Nadie nos podrá separar» , y que eso fastidió a todo el mundo. Esta es mi parte favorita de la historia. Así que ahora vuestro amor está condenado a sufrir el castigo eterno de quereros desesperadamente y sin embargo no poder, bueno… ya sabes…

—Pero hay vidas en que sí—Jasmine corrigió a Dawn e hizo un guiño
malicioso a Chris, que apenas podía moverse de la impresión que le causaba oír todo aquello.

—¡Qué va! —Dawn hizo un gesto de desdén con la mano—Lo importante es que el estalla en llamas cuando… —Al ver la expresión de horror en la cara de Chris, Dawn se estremeció— Lo siento. No creo que quieras oírlo.

Jasmine carraspeó e intervino:

—Mi hermana mayor me contó una anécdota de tu pasado y juro que…

—¡Oh!

Dawn pasó el brazo por el de Chris, como si aquel conocimiento al que Chris no tenía acceso la hiciera una amiga más deseable. Era de locos. Chris se sentía tremendamente incómoda y también un poco emocionada.

[ El poder de las Sombras ]▪︎ChrisdielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora