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Dieciséis días
Parte II

Steven y Francesca se complementaban tanto en el colorido de su vestimenta que parecía más que fueran a una sesión fotográfica que a dar clases. El segundo día de estancia de Chris en la Escuela de la Costa, Francesca llevaba unas sandalias
de tacón muy altas estilo gladiador y de color dorado, y un moderno vestido acampanado de color calabaza. Llevaba un lazo suelto en el cuello que combinaba, casi a la perfección, con la corbata naranja que Steven lucía en su camisa oxford de color marfil y su blazer azul marino.

Al ver a sus profesores desde su pupitre, sentada al lado de Miles y Jasmine, Chris se sintió atraído por Francesca y Steven porque le recordaban su relación con Zabdiel.

Aunque nunca había visto que se tocaran, cuando los dos estaban juntos, lo cual era habitual, su magnetismo casi hacía doblar las paredes. Evidentemente, eso guardaba relación con sus poderes como ángeles caídos, pero también tenía que ver con el modo único en que estaban conectados.

La mayoría de los estudiantes ya habían tomado asiento. Dawn y Jasmine le insistieron para que entrara a formar parte del comité de iniciativas y las ayudara a planificar todos esos fabulosos eventos sociales. Chris nunca se había destacado por su actividades extra-académicas. Sin embargo, esas chicas habían sido tan amables con el, ya Jasmine se le iluminaba tanto el rostro al hablar de la excursión en yate que habían planificado para la semana siguiente, que Chris decidió dar una oportunidad al comité. En el momento en que el anotaba su
nombre en la lista, Steven dio un paso al frente, arrojó el blazer sobre la mesa que tenía detrás y, sin decir nada, extendió los brazos a los lados.
Entonces, como invocado, un trozo de profunda oscuridad pareció escindirse de la sombra de una de las secuoyas que había justo al otro lado de la ventana. Se alzó del césped, tomó forma y penetró rápidamente en el aula por la ventana abierta. Se movía con rapidez y por donde pasaba dejaba todo sumido en la
penumbra.

Chris dio un grito ahogado, pero no fue el único. De hecho, la mayoría de los estudiantes retrocedieron nerviosos en sus pupitres cuando Steven empezó a hacer girar la sombra. Este se limitó a extender las manos hacia ella y comenzó
a tirar cada vez con más rapidez, como si estuviera forcejeando con algo. Al poco rato, la sombra giraba sobre sí misma ante él con tal rapidez que se volvió borrosa, como los radios de una rueda al girar. Una ráfaga fuerte de viento con olor a rancio salió despedida del centro y apartó el pelo a Chris de la cara.

Steven manipuló la sombra con los brazos extendidos y convirtió la forma confusa y amorfa en una esfera compacta y negra no más grande que una uva.

—¡Queridos alumnos! —dijo lanzando tranquilamente la bola de oscuridad al  aire a pocos centímetros de los dedos— ¡Os presento el tema de la lección de hoy!

Francesca dio un paso al frente y pasó la sombra a sus manos. Sus tacones la hacían tan alta como Steven. Y, además, supuso Chris, tenía exactamente la misma habilidad que él en la manipulación de sombras.

—Todos habéis visto en alguna ocasión a las Anunciadoras —dijo ella moviéndose lentamente por la media luna que formaban los pupitres para
permitirles que vieran mejor—
Y entre vosotros —prosiguió mirando a Chris— hay incluso quien tiene cierta experiencia en su manipulación. Pero ¿sabéis realmente lo que son? ¿Sabéis lo que pueden hacer?

« Son unas chismosas» , se dijo Chris recordando lo que Zabdiel le había dicho la noche de la batalla. Ninguno de sus compañeros parecía
saberlo. Lentamente levantó la mano.

Francesca volvió la cabeza.

—Chris.

—Transmiten mensajes —dijo adquiriendo más seguridad conforme hablaba y recordando la afirmación de Zabdiel— Pero son inofensivas.

[ El poder de las Sombras ]▪︎ChrisdielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora