Tres días
Parte II
Tras el documental más largo y tedioso que había visto en su vida acerca de la división celular, Chris salió de la clase de biología, bajó la escalera del edificio principal de la escuela y salió al exterior, sorprendiéndose al ver la zona de aparcamiento completamente abarrotada: padres, hermanos mayores y un buen número de chóferes formaban una larga cola de vehículos de un tipo que Chris no había visto más que en el carril de transporte compartido que daba acceso a su escuela de secundaria en Georgia.
Los alumnos se apresuraban a salir de clase, zigzaguear entre los coches y arrastrar las maletas a su paso.
Dawn y Jasmine se abrazaron para despedirse antes de que Jasmine entrara en un coche lujoso y los hermanos de Dawn le hicieran sitio a esta en la parte trasera de un todo terreno.
En realidad, solo se separaban por unas pocas horas.
Chris volvió a entrar cabizbajo en el edificio y se deslizó por la puerta trasera, que raramente se utilizaba, para atravesar los jardines y dirigirse a su habitación.
En ese momento no se veía capaz de enfrentarse a ninguna despedida.
Mientras andaba bajo el cielo grisáceo, Chris se seguía sintiendo culpable, aunque la conversación que había mantenido con Shelson le había dejado una mayor sensación de control.
Sabía que lo había fastidiado todo, pero el hecho de haber besado a otra persona también le hacía sentir que por fin el tenía algo que decir en su relación con Zabdiel.
Posiblemente ahora, para variar, obtendría una reacción por parte de él.
Chris se podría disculpar. Zabdiel se podría disculpar. Tal vez podrían hacer que ese mal trago tuviera también su parte positiva o lo que fuera.
Lograr al fin quitarse de encima toda esa mierda y empezar a hablar con sinceridad.
En ese instante, sonó el teléfono.
Un mensaje del señor Cole:
Asunto resuelto.
El señor Cole, por lo tanto, ya había comunicado la noticia de que Chris no iba a volver a casa. Sin embargo, había sido muy hábil, y en su mensaje no decía si sus padres aún le dirigían la palabra. Llevaba días sin tener noticias de ellos.
Aquella era una situación sin vencedores ni vencidos: si le escribían, el se sentiría culpable por no responderles.
Aún no había pensado qué podía hacer con Callie. Subió ruidosamente la escalera de la residencia vacía. Cada paso que daba resonaba en aquel edificio grande y tenebroso. No había nadie a la vista.
Cuando llegó a su cuarto, esperaba encontrarse con que Shelson también se hubiera marchado ya, o por lo menos con su maleta lista esperando junto a la puerta. Pero aunque Shelson no estaba en el cuarto no estaba en el cuarto, su ropa seguía desparramada por su lado de la habitación. El chaleco rojo seguía en el colgador y su equipo de yoga aún estaba amontonado en un rincón.
Quizá no se iba hasta la mañana siguiente.
Antes de que Chris hubiera cerrado la puerta tras de sí, alguien dio un golpecito al otro lado, y el asomó la cabeza al pasillo.
Era Miles.
Chris notó que se le humedecían las palmas de las manos y que el corazón se le aceleraba. Se preguntó qué aspecto tenía su pelo y si se había acordado de hacer la cama esa mañana, y cuánto tiempo llevaría él andando detrás de el. Se preguntó también si la habría visto esquivar la caravana de las despedidas de Acción de Gracias o habría observado la expresión de dolor en su rostro al leer el mensaje de texto.
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[ El poder de las Sombras ]▪︎Chrisdiel
Romance"Nadie en el mundo podria apagar la llama del amor" Saga del libro [Fallen]__Segunda Parte