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Once días
Parte I

Para: thegaprices@gmaill.com

De: Christopher44@gmail.com

Fecha: Lunes, 15 de noviembre, 9.45

Asunto: Resistiendo

Queridos mamá y papá: Siento no haberles escrito antes. En la escuela hay mucho que hacer, pero he tenido muy buenas experiencias. De momento, mi asignatura favorita es la de humanidades. Ahora hago un trabajo para subir nota que me está llevando mucho tiempo. los echo de menos y espero verlos pronto. Gracias por ser unos padres tan fabulosos. Creo que no les  he dicho suficientes veces.Los quiere.

Chris

Chris hizo clic en « Enviar» en el portátil y rápidamente cambió a la presentación en línea que Francesca estaba dando en clase. Todavía no se había acostumbrado a estar en una escuela en la que disponían de ordenadores y conexión inalámbrica a internet en medio de la clase. En Espada & Cruz había siete ordenadores para los alumnos y todos se encontraban en la biblioteca. Aun en el caso de disponer de la contraseña encriptada de acceso a la web, la mayoría de los sitios estaban bloqueados, excepto unos pocos de carácter académico.

El e-mail a sus padres lo había escrito movido por un sentimiento de culpa. La noche anterior había tenido la extraña sensación de que el mero hecho de acercarse en coche a la comunidad de jubilados del monte Shasta había sido una deslealtad respecto a sus padres verdaderos, los que la habían criado en esta vida. Claro que, en cierto modo, esos otros padres también eran reales. 

Shelson al final no se había enfadado ni una décima parte de lo que podría haberlo hecho por acompañarlo en coche todo ese camino para nada. En vez de eso, salió disparado con el Mercedes y condujo hasta una hamburguesería de la cadena In-N-Out, donde compró un par de bocadillos de queso asados a la parrilla con salsa especial.

Chris levantó la vista del ordenador y la volvió hacia Miles. La expresión de sus ojos de color azul intenso parecía tan sincera que de pronto sintió la urgencia de contarle todo lo que le había ocurrido. Él había estado fabuloso el otro día escuchándolo acerca de su experiencia en Espada & Cruz. Pero esa pregunta no se podía responder vía chat.

Francesca apagó el proyector. Al doblar los brazos sobre el pecho, las mangas de seda rosa de su camisa asomaron bajo su torera de cuero. Por primera vez Chris se dio cuenta de lo alejado que estaba Steven, sentado en la repisa de la ventana situada en el rincón oeste del aula. Apenas había dicho nada en todo el día.

—Vamos a ver ahora si habéis atendido —dijo Francesca sonriendo abiertamente a sus alumnos—. ¿Por qué no os ponéis por parejas y fingís que se entrevistan el uno al otro?

Al oír que sus compañeros se levantaban de las sillas, Chris rezongó interiormente. 

De hecho, no había prestado la menor atención a nada de lo que Francesca había explicado y no tenía ni idea de en qué consistía el ejercicio.

Con un golpecito en la pantalla de su ordenador, Miles llamó la atención a Chris sobre el mensaje que le había escrito: « ¿Quieres venir conmigo?» .

 En ese instante apareció Shelson.

—Propongo hacer de la CIA o de Médicos Sin Fronteras —dijo Shelson haciendo un gesto a Miles para que le cediera el pupitre junto a Chris, pero él no se movió de su sitio.

[ El poder de las Sombras ]▪︎ChrisdielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora