Capítulo 17 - Beso Muerto

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ALESSA

Tengo aun la ropa húmeda por la piscina y me esta empezando a dar frio.

—Si no quieres pescar un resfriado lo mejor es que te des un baño, toma.— Me acerca una toalla y ropa para dormir que al parecer es de el.

—Gracias, disculpa que tengas que hacer todo esto, puedes llevarme a casa cuando quieras, no quiero molestarte.

—No es molestia Alessa, no seas terca alma en pena, ya metete a bañar.

Subimos las escaleras y entramos a su habitación, camino detrás de Mario intentando llevar su paso lo cual se me dificulta un poco porque estoy mas lenta de lo normal.

Cuando abre una puerta a nuestra izquierda puedo ver el gran closet lleno de ropa, zapatos, trajes de vestir, todo lo que pueda existir para un hombre esta en ese espacio, para ser sincera tiene el triple de accesorios y ropa que yo, extiende la mano y me señala una puerta al final.

—Avísame si necesitas algo.

Asiento y lo veo irse de ahí, entro al baño y me sorprende ver lo grande que es, tiene una tina ¿para que tiene dos tinas? la primera vez que estuve aquí también vi una tina al fondo de su habitación, la ducha esta dentro de unos vidrios transparentes que llegan al techo, me quito la ropa húmeda por fin y entro a la ducha, tengo el problema de toparme con un mando inteligente que al principio no se como manejar pero rápidamente pude arreglármelas. Al terminar agarro la pijama de Mario y lo único que me queda es el suéter, el pantalón por mas que trate de que se quedara en su lugar seguía cayéndose. Por suerte siempre cargo conmigo ropa interior extra en mi bolso, cosas que aprendemos las mujeres a lo largo de la vida y el suéter de Mario me queda lo suficientemente largo como para tapar lo necesario.

Cuando salgo del baño Mario esta sentado en su cama. Le devuelvo el pantalón y el ahora fija su mirada en mis muslos, no hace ningún comentario pero igual la situación me resulta incomoda.

—Puedo dormir con Eva si no le molesta.

—Eres increíble, ¿a que le tienes miedo? ¿a que se repita lo del martes? No te vi tan preocupada esa noche como lo estas ahora.

De mala gana camino hacia el otro lado de la cama y me acuesto, busco rápidamente algo con que taparme y logro hacerlo con una de las almohadas. Mario solo mueve la cabeza de un lado a otro tratando de no reír. Apaga las luces y trato de dejarme llevar por el sueño pero no lo consigo, estoy borracha, con un poco de hambre y ni una sola pizca de sueño. Me revuelvo de un lado a otro buscando la manera de poder encontrar la posición ideal para rendirme ante Morfeo.

—¿Das tantas vueltas para dormirte siempre?

—No puedo dormir, debe ser por la borrachera, el hambre o extraño mi cama.

—¿Extrañas tu cama? jaja que buena excusa, conozco una manera de hacerte dormir como una bebe.

Ahí estaba otra vez, esa sensación que tengo cuando me habla de esa manera, rápidamente mi memoria me lleva a lo que paso con Mario esa noche después de terminar con Víctor y quiero llegar a mas con Mario pero... ¿Qué clase de mujer seria si me dejo llevar de ese modo?

Mario se voltea hacia mi y empieza a acariciarme el cabello, con solo sentir su tacto experimento cosquillas en todo el cuerpo.

—No se que tienes Alessa pero en realidad en estos momentos solo quiero dejarme llevar y tener sexo contigo toda la bendita noche.

Oírlo decir eso me deja sin respiración casi al punto de no poder responder, pero después de unos segundos logro hablar.

—¿Qué te detiene?

—Estas pasada de tragos, es la segunda vez que estamos solos de esta manera y no puedo saber si me sigues el juego solo por tener borrachera o si de verdad estas interesada en mi, es difícil saberlo... no se que imagen tienes de mi pero no me puedo aprovechar de ti de esa forma y la necrofilia no es lo mío. 

—Yo no estoy muerta... entonces hablemos, si te parece bien.

—¿De que quieres hablar Alessa?

—¿Te puedo hacer varias preguntas?

—Depende, ¿tengo otra opción?

—Esa vez que me dejaste esperando por tres horas mientras tu estabas con esa mujer, ¿te la estabas follando?— Con la poca iluminación que hay logro ver su sonrisa de medio lado.

—No pensé que me preguntarías eso.

—No has respondido a mi pregunta.

—Si Alessa, mientras tu estabas esperando me la estaba follando.

—Eres de lo peor.

Me volteo para no tener que verlo, con todo y que ya sabia su posible respuesta no pude evitar sentir enojo, por dejarme ahí tres horas esperando como estúpida mientras el gozaba con aquella mujer patas largas y también podía sentir un ligero malestar de... ¿celos?

—Conste que tu me preguntaste ¿estas enojada? ¿qué prefieres? ¿qué te mienta? lo siento Alessa pero no voy a mentirte, además no entiendo tu enojo.— Me siento en la cama y cruzo los brazos.

—Esa fue la noche en la que paso lo que paso entre nosotros, estuviste con ella durante la tarde y después te metiste entre mis piernas, ¿es uno de tus pasatiempos? ¿tener varias mujeres con las cuales acostarte todos los días?

—Te recuerdo que fuiste tu la que querías seguir y fui yo el que te dijo que no podía hacerlo, te respete y con todo y eso quieres reclamarme, ¿acaso yo sabia que ese día verías a tu novio niño bueno metiendo su lengua en la boca de otra? estabas de novia con el y a mi se me antojo tener sexo mientras trabajaba, no me importo dejarte esperando ¿y que? ¿ahora soy yo el malo de la historia?

Me levanto de la cama porque no quiero escuchar mas, no se porque me afecta tanto lo que me dice, apenas llevamos días de conocernos y yo acabo de romper con Víctor. Pero mi otra mitad quiere besarlo, quiere sentir su cuerpo y quiere mucho mas. Fijándome en un reloj digital que tiene en su mesita de noche puedo ver que ya son las tres y cuarenta y dos de la madrugada. Luego miro hacia donde el esta, solo puedo apreciar su silueta sobre la cama, esta sentado y pegado al respaldar.

—No soy de esas mujeres Mario, acabo de salir de una relación de dos años y no estoy para juegos y menos con hombres como tu, ¿qué quieres de mi? que tengamos sexo y después seguimos trabajando juntos como si nada.

Mario se levanta y se acerca a mi, me agarra por los brazos y me besa, sus labios están tibios en comparación con los míos que los tengo fríos por la temperatura del lugar, no puedo seguirle el ritmo, me ha agarrado desprevenida y estoy enojada, tampoco ayuda mucho tener los labios así de fríos, no siento nada, sumando la borrachera que apenas se me esta pasando. A los pocos segundos se aparta de mi con brusquedad.

—Ni siquiera eres capaz en estos momentos de besar como es debido.

Me dice en tono molesto y sale de la habitación, me quedo ahí parada por no se cuantos minutos pensando que va a regresar pero no lo hace, ya son las tres y cincuenta y cinco de la madrugada y necesito descansar aunque sea un poco, me acuesto y a los pocos segundos consigo rendirme en los brazos de Morfeo.


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✨Te agradezco muchísimo que pases por acá para leer mi historia, espero que disfrutes cada uno de los capítulos ✨

🤔🤔🤔¿Tiene significado el enojo de Mario con Alessa?🤔🤔🤔

😝😝😝¿Debe Alessa sentir celos por Mario acostándose con la mujer patas largas?😝😝😝

Besos 😘 nos vemos en el siguiente capítulo.

ANTES DE TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora