Capítulo 24 - Algo Privado

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ALESSA

Mi cabeza estaba dividida en dos, una parte de mi muere por dejarse llevar con Mario, pero la otra parte no dejaba de colocar señales de advertencia con luces brillantes, Mario se acerca a mi y me agarra la cara con sus dos manos. 

—No te puedo asegurar lo que sucederá en el futuro porque no lo se, lo único que se, es que realmente quiero estar contigo y me esta torturando en estos momentos verte con esta bata puesta. 

Decido dejar ganar la parte que muere por estar con Mario. 

—¿Quieres seguir en la ducha conmigo?

—No me lo tienes que preguntar dos veces. 

Mario se desviste rápidamente y es la primera vez que lo veo completamente desnudo, es mas alto que yo y tiene el cuerpo tonificado pero no de una manera exagerada, mas bien es como si lo tuviera así de forma natural sin hacer mucho esfuerzo, nos metemos a la ducha y quedo frente a el, agarro el envase de jabón liquido y lleno la esponja con la cantidad suficiente, empiezo por enjabonarlo en su pecho, exactamente en el tatuaje de brújula que tiene, voy bajando por su abdomen y de manera osada me agacho, mi vista queda frente a su erección, lo miro a los ojos y suelto la esponja, con mis manos agarro su miembro, me lo llevo a la boca aun con la mirada fija en el, comienzo a lamer y chupar como si fuera mi caramelo favorito, Mario mueve su cabeza hacia atrás y oigo un gemido, vuelve a mirarme con los labios entreabiertos y agarra con sus dos manos mi cabeza para hacer mas profunda la penetración, casi hasta mi garganta, tengo que respirar mas por la nariz para no sentir que me ahogo, pues el tamaño de su miembro es bastante responsable, lo esta disfrutando y verlo disfrutar me excita demasiado, mueve mas rápido sus manos y puedo notar que esta a punto de venirse, a los pocos segundos tengo la boca llena de semen, nunca en la vida lo había intentado probar, pensaba que era asqueroso, pero en ese momento con Mario quería hacerlo a voluntad propia, mi cuerpo me pedía hacerlo.

Me levanta agarrándome por los brazos y me coloca de espaldas a el, agarra el jabón liquido y pasa la esponja por mi espalda, luego baja por mis glúteos y se agacha para llegar mejor a mis muslos, con un movimiento me hace abrir un poco las piernas, se levanta y me voltea, ahora estoy frente a el y esta pasando la esponja por mis pechos, llega hasta mi abdomen, el agua que cae sobre nosotros ya se esta llevando toda la espuma de mi cuerpo, Mario vuelve a agacharse y esta vez levanta mi pie derecho sobre su hombro, tengo que sostenerme de la pared para no perder el equilibrio. 

Suelto un gemido cuando siento su lengua sobre mi clítoris, estoy demasiado excitada y el sigue moviendo sus labios y lengua sin parar, agarra mis glúteos con sus dos manos y esto me da mejor balance, quiero gritar de placer pero tapo mi boca porque no se quien nos pueda escuchar, Mario mira hacia arriba y verlo a los ojos con su boca metida entre mis piernas me vuelve loca. 

—Puedes gritar todo lo que quieras, no te escuchara nadie, ni aunque estén en la habitación de al lado. 

Le hago caso y empiezo a soltar gemido tras gemido, ahora también esta usando sus dedos y eso me hace llegar mas rápido al clímax, tengo que volver a sostenerme de la pared para no caer sobre Mario mientras mi cuerpo daba convulsiones involuntarias. 

—¿Quieres seguir o quieres parar?— Me pregunta Mario. 

—Quiero seguir.— Le digo inmediatamente. 

—¿Qué quieres seguir?

—Por favor. 

—¿Por favor que? pídeme lo que quieres. 

—Mario por favor. 

—No me has dicho aun que es lo que quieres. 

—Te deseo a ti y que me hagas tuya.— Digo casi sin voz, una sonrisa se asoma en su cara. 

ANTES DE TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora