Capítulo 26 - Todo Tuyo

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MARIO 

He arruinado el momento y ahora no se que hacer, solo a mi se me ocurre salir con un comentario como ese, no se porque lo he hecho pero fue lo primero que me paso por la cabeza y no pensé antes de hablar.  Alessa se ha marchado hecha una furia y tiene toda la razón en adoptar ese comportamiento. Me inclino sobre el sillón mirando hacia el techo, tengo que analizar porque he dicho eso, la verdad es que no tengo derecho a reclamar absolutamente nada de lo que ha pasado en la vida de Alessa, pero me gusta que tenga experiencias nuevas conmigo, por un momento me dio celos y no pensé con claridad. 

Me dio celos pensar que ya Víctor había visto a Alessa con esa prenda interior, que ya la había hecho suya con esa prenda interior y me dio un ataque de envidia. Pero ella me ha dicho que es nueva, o sea que yo soy el primero que la ve con eso y estaba arrebatadoramente sexy... esa chica me esta volviendo loco y me extraña mi cambio de gustos. 

No quiero ser un hombre toxico pero por algún motivo mi mente se descontrola al estar cerca de Alessa y no me gusta que las cosas estén fuera de mi control. 

Salía con mujeres despampanantes, así como Sophia, operadas hasta la medula, lo hacia por apariencia, me gustaba ser la envidia de varios hombres cuando salía con ellas, me gustaba ver como babeaban por una mujer que en ese momento era mía, y a la hora del sexo tenia por donde agarrar, prácticamente por todas partes, pero cuando vi a Alessa por primera vez fue cuando se me escapo Rocky, ella solo tenia ropa deportiva y me pareció super atractiva, con sus curvas naturales y su cara angelical, me daban ganas de corromperla en todos los sentidos. 

Y ahora aquí estamos, ¿quién lo diría? la he traído a mi casa de playa, la he llevado a mi apartamento y hoy le pedí que me acompañara al estúpido aniversario de mis padres, decido dejar de lado mi orgullo y me levanto para ir a la habitación de Alessa para pedirle disculpas. 

Cuando entro a la habitación hay casi total oscuridad, gracias a la poca luz de afuera puedo ver la silueta de Alessa en la cama, esta boca abajo y al parecer escuchando música con sus audífonos, me acerco y le toco la espalda, la pobre se sobresalta y me mira confundida. 

—Hola.— Le digo después de que me reconociera por la poca luz, no se que mas decir. 

—¿Vienes para seguir haciendo preguntas estúpidas?— ¡Auch! esta chica no se deja. 

—En realidad vengo a disculparme contigo, he sido un tonto. 

—De eso no tengas duda. 

Siento un nudo en la garganta, no se que decirle para excusar mi terrible comportamiento, decido confesar la verdad. 

—Lo siento, estaba celoso y me dio un poco de envidia. 

—¿Envidia? no lo entiendo. 

—Alessa no me hagas explicártelo. 

—Pues si no me explicas no lograre entender, necesito comprenderte y no me lo pones fácil Mario. 

—¿Por qué tienes que saberlo todo?

—Pues porque de eso se trata ¿sabes? así se conocen las personas. 

—No se como explicarte. 

—Tranquilo, tenemos toda la noche.— ¿Que? no pienso pasar toda la noche con ella para explicarle un arrebato de ultimo momento, tenia en mente cosas mucho mas interesantes, Alessa se sienta en la cama con los brazos cruzados luego de poner los audífonos y su tablet a un lado. —¿Y bien?— Me mira con una ceja hacia arriba. 

—Ok, tu ganas. Se me cruzo por la cabeza el pensamiento de que ya con Víctor utilizabas ese tipo de prendas, me ha dado celos y envidia imaginar como el ya te disfruto "por así decirlo" con esa prenda, es una estupidez.— Alessa trata de contener una risa y eso me cabrea mas.

—Olvídalo, mejor me voy.— Alessa me agarra por el suéter y tira de mi para que vuelva, se levanta de la cama y me agarra la cara con sus dos manos, su tacto se siente suave sobre mi piel.

—Disculpa por querer reírme, te agradezco que me lo contaras, pienso que si es una estupidez, porque si te pones a analizar no puedo molestarme por pensar con quien usaste cada uno de tus boxers, pero creo que te entiendo. 

Tiene razón, ahora que me ha dicho ese ejemplo me siento como un enorme idiota, lo mejor es olvidar ese tema y cambiarlo radicalmente. 

—¿Se te antoja un postre?— Le pregunto para tratar de hacerla salir de su habitación. 

—Si, ¿Qué tienes en mente?

La verdad no tenia nada en mente, solo lo he dicho para sacarla de ahí, no es postre lo que quiero, la quiero a ella y la quiero ya. 

—¿Sabes? a la mierda el postre. 

Me abalanzo sobre ella besándola con desesperación, siempre hemos estado a punto de tener sexo pero por muchas razones aun no ha pasado y ya no aguanto mas, quiero tenerla, quiero sentirla, quiero que grite mi nombre y no voy a soltarla esta noche. 

—Subamos a mi habitación.

Le digo casi sin respiración, ella solo asiente y la agarro de la mano para llevarla conmigo, subimos las escaleras corriendo como si fuéramos adolescentes, estoy ansioso y puedo notar como ella también lo esta. Abro la puerta para darle paso, al cerrarla la agarro y la arrincono contra la puerta, no pierdo el tiempo encendiendo la luz, no es necesario, agarro sus muñecas con una de mis manos y las pongo sobre su cabeza, mientras que con la otra aprieto fuertemente sus glúteos. 

—Auch.— Me aparto de un susto, no se de que manera le he hecho daño. 

—No te preocupes, solo es que me ha molestado un poco la herida. 

Mierda, he olvidado por completo que tiene una venda en el brazo, pero eso me recuerda que no tengo que usar condón con ella y me ha puesto mas excitado. 

—Lo siento, lo he olvidado. 

Quito el nudo que tiene en su vestido para quitárselo por completo pero no puedo, escucho como Alessa no puede aguantar la risa. 

—Jajaja solo es decorativo, tiene zipper, ¿ves?

Me dice cuando me muestra el tirador del maldito zipper en la parte de atrás del vestido. Sin evitar también reírme, mas por pena que por gracia, le bajo totalmente ese zipper del infierno y el vestido cae a los pies de Alessa, quedo inmóvil por un rato, no tiene sostén, lo que mis ojos ven ahora son sus dos senos perfectos, nada de silicón, nada de marcas, ya los había visto anteriormente pero ahora tengo el tiempo para contemplarlos detenidamente. 

—¿No llevas sostén con ese vestido?

—¿Qué suerte verdad? así no tienes que romper otra de mis prendas. 

—Ese chiste no es gracioso Alessa. 

Llevo mi boca directamente a sus senos, con solo acercarme a su pecho puedo sentir su olor, ese olor que sentí desde que entro en mi oficina, huele a frutas y ese olor dulce me embriaga. Alessa mueve su cabeza hacia atrás y tiene una mano sobre mi cabello apretando contra su pecho, esta gimiendo por los besos, las caricias y aun no ha empezado lo bueno. 

—Es hora de que te quites la ropa, soy la única desnuda aquí.— Comienzo a desabotonar mi pantalón pero Alessa me detiene. —Yo lo hago. 

—Soy todo tuyo. 


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✨Te agradezco muchísimo que pases por acá para leer mi historia, espero que disfrutes cada uno de los capítulos ✨

😝😝😝Que bueno que Mario decidió disculparse ¿cierto? 😝😝😝

🔥🔥🔥Esta empezando a hacer como calor en esa habitación de Mario... 🔥🔥🔥

😍 Te dejo por acá los personajes de este capítulo y otras cositas😍

Besos 😘 nos vemos en el siguiente capítulo.

ANTES DE TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora