Capítulo 19 - ¿Dónde Estas?

36 4 2
                                    

ALESSA

Siento una luz pegándome nuevamente en la cara, me volteo boca abajo para que no me moleste y trato de buscar mi celular en la mesita de noche, pero al hacerlo solo alcanzo tocar un extraño objeto. Abro los ojos para darme cuenta que no estoy en mi habitación si no en la habitación de Mario, asustada miro hacia un lado pero me alivio al ver que Mario no esta acostado a mi lado. Miro hacia el reloj para ver la hora y de un salto salgo rápidamente de la cama, ya son las dos y dieciocho de la tarde, ¿Cómo es que he dormido hasta esta hora?

Tratando de pensar que hacer decido meterme en la ducha luego de hacer mis necesidades y rezando para que Mario no se aparezca en medio de la habitación. Cuando busco el vestido que tenia anoche para volver a ponérmelo lo veo guindado en uno de los ganchos del closet de Mario, esta limpio y bien planchado, debió ser Eva, me arreglo rápidamente y me armo de valor para bajar las escaleras.

Ok Alessa, tu solo bajas, le das las gracias a Mario, te disculpas por las molestias y te vas, así de fácil, tu puedes hacerlo. Cuando termino de bajar las escaleras me recibe Rocky muy alegre, puedo ver a Eva atareada en la cocina, al verme me dedica una amable sonrisa, ¿dónde esta Mario? no logro verlo por ninguna parte.

—Hola Alessa, ¿Cómo estas? ¿Has dormido bien?— Me siento un poco incomoda porque me trata como si nos conociéramos de años.

—Si Eva gracias. ¿Dónde esta Mario?— No puedo evitar preguntarle.

—Ha salido desde muy temprano.

Pensé que sentiría alivio al enterarme que no estaba aquí pero fue todo lo contrario, no se si refleje tristeza en mi mirada y Eva se apresuro en decir.

—Debes comer algo, sin embargo ya la hora del desayuno paso hace mucho, ¿Qué se te apetece comer linda?— No estoy acostumbrada a este tipo de atención y no se ni siquiera que pedirle, me estoy muriendo de hambre y tengo un leve dolor de cabeza.

—No quiero molestar Eva, creo que me iré a casa y me preparo algo de comer al llegar.

—Tontearías, no puedes irte sin comer, ya mismo te voy a preparar algo delicioso, dame unos minutos.

Sin poder negarme me siento en el desayunador que esta en la cocina, me quedo en silencio mientras Eva saca uno que otro ingrediente.

—Mario me ha pedido que te diga que le escribas o le llames cuando quieras irte a tu casa.

—Mi celular, ¿lo has visto Eva?

—Ustedes los jóvenes dejan estos aparatos por donde sea, lo he encontrado en el baño, toma, lo puse a cargar mientras estabas dormida, y no ha dejado de vibrar toda la mañana, no quise despertarte, espero que no te haya llegado alguna notificación o llamada urgente.

—Gracias Eva.

En la pantalla puedo ver dos llamadas de Fabio y varios mensajes de Susy, me molesta un poco la cabeza y prefiero dejar el celular para después de comer algo, con solo ver la pantalla me arden los ojos.

A los pocos minutos Eva me acerca un plato lleno de sopa de pollo que huele delicioso, me lo termino mas rápido de lo que esperaba. Le pido que por favor me sirva otro poco mas, ese plato me ha caído del cielo, poco a poco el dolor de cabeza va desapareciendo y puedo hablar mas tranquilamente con Eva mientras le acaricio las orejas a Rocky.

—¿Ya le has escrito a Mario? De seguro quiere saber como has despertado.— Me dice Eva disimuladamente.

Y ahora que me lo pregunta... ¿Por qué debería escribirle? ¿Qué puedo decirle?

—Lo llamaré de camino al hospital.

—¿Al hospital? ¿te sientes mal? ¿te ha caído mal la sopa?— Me pregunta Eva preocupada.

ANTES DE TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora