Capítulo 21 - Quiero Mas

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ALESSA

—Te has ido antes de que yo regresara al edificio.— Me reclama Mario una vez entramos a la casa.

—Y tu te has ido antes de que yo me despertara.

No me voy a dejar, no estoy para reclamos y menos de Mario.

—¿Por qué estas tan a la defensiva?

—No estoy a la defensiva, solo estoy cansada.

En verdad si estaba a la defensiva, pero es que Mario me saca de mis casillas, a mi no me va a venir a tratar como si yo fuera uno mas de sus empleados, aunque en realidad si lo soy pero cuando no se trate de temas del trabajo mas le vale tratarme bien.

—¿Cansada? Luego de dormir hasta quien sabe que hora, cansado estoy yo que tuve que dormir en el sillón y no he podido descansar desde que salí de casa.

—Nadie te obligo a irte de la habitación, y dime... ¿Por qué saliste temprano? ¿una cita con alguna mujer?

—Si estaba de cita con una mujer.

—¿Y que haces aquí entonces? ¿era de esas citas en que solo tienes sexo y te vas?

—¿De que hablas? Si estaba con una mujer pero no es lo que tu piensas. Además puedo hacer lo que quiera sin darte explicaciones ¿sabias?— Tiene razón, ni siquiera se porque me estoy molestando de esta manera.

—Ok, ya me viste y estoy de lo mas bien, puedes volver a tu cita o lo que sea que hacías antes de llegar aquí.

—¿Tan rápido quieres que me vaya? pensaba quedarme a platicar un rato.

—¿Platicar? ¿acerca de que? si piensas que va a pasar lo de la ultima vez estas muy equivocado.

Con solo recordar se me acelera el corazón, mi boca decía una cosa pero mi cuerpo quería otra y en ese momento lo que mi cuerpo quería era olvidarme de todo y saltar encima de Mario. Se esta mordiendo los labios y verlo hacer eso no ayuda mucho a que se me tranquilice la calentura.

—Solo hablaremos Alessa, eso es todo.

Se levanta para acomodarse en el sillón frente al televisor el cual enciende y están dando una película de comedia, da palmadas en el lugar al lado de el para que me siente, pero en ese momento siento como mi estomago avisa que no he vuelto a comer.

—Rayos olvide pasar por el supermercado.

—¿No has comido? ¿Comiste al salir de mi apartamento?

—Si pero fue una sopa que me hizo Eva y creo que ya se me ha ido, muero de hambre.

—No debes descuidarte así.

Mario me mira con cara molesta pero saca su celular y hace una llamada, lo escucho pedir dos ordenes de lasaña de pollo junto con unas bebidas de frutas naturales, da mi dirección como si viviera ahí toda su vida.

—¿Qué te hace pensar que me gusta la lasaña?— Me mira con los ojos abiertos dándose cuenta que ni siquiera me lo había preguntado, simplemente ordeno por mi.

—Puta madre, lo siento no sabia que...— Lo interrumpo con una risa.

—Tranquilo, si me gusta la lasaña.

Mario finalmente ríe y ver su cara sonreír me encanta, a los pocos minutos suena el timbre y ya tenemos la comida en nuestras manos. Es la lasaña mas rica que he probado en mi vida, aunque se que debido al hambre la siento así de deliciosa.

—Cuéntame Alessa, ¿Qué harás este fin de semana?

—No mucho, primer fin de semana sin Víctor y Susy se fue de paseo con sus padres, ahora estoy media perdida, quizás aproveche el tiempo para terminar de sacar las pocas cosas que quedan de Víctor aquí.

ANTES DE TODODonde viven las historias. Descúbrelo ahora